Actualizado 05/02/2006 15:30

Crónica Haití.- Los haitianos acuden el martes a las urnas para elegir al presidente del país más pobre de América

Un ex presidente, un ex comandante rebelde y un acusado de asesinar a un periodista, entre los 33 candidatos a la Presidencia


PUERTO PRÍNCIPE, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

Después de tener que ser postergadas hasta en cuatro ocasiones, por motivos que van desde la violencia callejera hasta los problemas logísticos, los haitianos celebrarán el próximo martes día 7 sus primeras elecciones presidenciales y legislativas desde que fuera derrocado el ex presidente Jean-Bertrand Aristide en febrero de 2004.

Con 8,3 millones de habitantes, se estima que el 80% de los haitianos, que tienen una esperanza de vida de poco más de 50 años, se encuentran en paro. Para aquellos que consiguen un empleo, el salario promedio es de 1,07 dólares diarios.

A la pobreza endémica se suma el caos político, teniendo en cuenta que la corrupción es otro de los muchos males que asola la isla. Según el informe anual de Transparencia Internacional, el pequeño país caribeño encabeza la lista de los países más corruptos de su continente, y ocupa el quinto lugar a nivel mundial.

En este contexto llegan unos comicios que se han hecho esperar durante meses. Una fuerte concurrencia a las urnas y la instalación de un Gobierno legítimo podrían aumentar la estabilidad y alentar a los países ricos a donar más dinero para la ayuda al desarrollo.

Sin embargo, con 33 candidatos a la Presidencia, entre los que se encuentran desde un ex presidente hasta un ex comandante rebelde, y decenas de partidos tratando de capturar posiciones en el futuro Parlamento que contará con 129 escaños, es muy difícil que alguien pueda obtener un mandato para formar un Gobierno unido.

"Si no frenamos la decadencia de las instituciones y no respaldamos un gobierno legítimo, podemos llegar a una situación en la cual podría registrarse un colapso total", declaró a la AP el chileno Juan Gabriel Valdés, enviado especial de Naciones Unidas a Haití. "La comunidad internacional no puede permitir que esto ocurra", agregó.

Tanto el Gobierno interino, dirigido por el primer ministro Gérard Latortue, como la misión de la ONU en el país, la MINUSTAH, han querido tranquilizar a los electores y han asegurado que se desarrollarán en un clima de seguridad.

"Durante las elecciones mostraremos una gran firmeza frente a los que vengan a perturbar la buena marcha del escrutinio, las unidades que estarán sobre el terreno no están para jugar con su trabajo, que consiste en garantizar la seguridad de la población en un periodo tan especial", explicó el jefe del Ejecutivo a los medios de comunicación, en una rueda de prensa celebrada el viernes.

Latortue, que indicó que los ciudadanos estarán autorizados a utilizar sus vehículos el día de la cita con las urnas, precisó que las fuerzas del orden colocarán puestos de control junto a los centros de voto.

Por su parte, el jefe de la misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) indicó a Radio Haití que 7.400 soldados y 2.000 policías de la ONU serán movilizados de cara a garantizar la seguridad el día de los comicios.

"Hemos preparado un plan de protección que nos permitirá asegurar no sólo la seguridad y la logística de las elecciones sino también el control riguroso y firme de la situación con una fuerza de intervención rápida frente a toda situación de provocación", explicó Valdés.

MÁS DE 30 CANDIDATOS

En un principio eran 35 los candidatos a la Presidencia de este país que comparte la isla La Española con República Dominicana, pero uno de ellos, Jean Jacques Sylvian, murió de un infarto, y otro, Frantz Persigna, se retiró de la contienda. Además, en la lista sólo aparece una mujer, Judie C. Roy.

Un sondeo reciente elaborado por la empresa estadounidense Gallup aseguró que el aspirante con más posibilidades de hacerse con un triunfo es René Preval, de 63 años y el único ex presidente haitiano que pudo concluir su mandato, de 1996 a 2001. Según este estudio de opinión, marcha al frente de la intención de voto con un 37%.

Padre de dos hijas, Preval cursó estudios de Agronomía en las universidades belgas de Gembloux y Lovaina, así como Ciencias Geotérmicas en la universidad de Pisa, en Italia. Después volvió a Haití, en la década de 1970, y tomó parte en el movimiento para derrocar al gobierno de Jean-Claude 'Baby Doc' Duvalier.

Tras la caída de Duvalier, Preval se convirtió en aliado de Jean-Bertrand Aristide, y cuando éste fue derrocado en 1991 huyó con él. Muchos creen que permitiría el retorno del ex presidente si resulta elegido y él ha asegurado que no lo prohibirá, aunque sostiene que gobernará sin su interferencia.

Sus más cercanos contrincantes son el empresario blanco Charles Henri Baker, de 50 años, que estuvo encarcelado durante el régimen de Aristide, y el profesor e historiador Leslie Manigat, de 76, que fue presidente del país durante cinco meses tras unas elecciones manipuladas por el Ejército.

También concurren a las urnas un ex agente policial de 37 años, Guy Philippe, que se declara admirador del ex dictador chileno Augusto Pinochet y que uno de los líderes de la revuelta que hizo huir a Aristide, y Dany Toussaint, ex militar sospechososo del asesinato de un popular periodista en el año 2000.

En los comicios del día 7 se elegirán también a los 129 diputados que formarán el Parlamento, entre los más de 300.000 candidatos que se han presentado para ello. Las elecciones se convocaron inicialmente para el 13 de noviembre de 2005, pero se vieron retrasadas sucesivamente hasta el 20 de noviembre, el 27 de diciembre y el 8 de enero de este año. Esta semana se celebrarán tras un ultimátum del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

CAOS Y HAMBRE

La tarea del presidente, cualquiera que sea el vencedor en los comicios, y del Parlamento no será nada fácil. Haití es hoy el país más pobre del continente americano, con un Producto Interior Bruto (PIB) por habitante que no llega a los 480 dólares anuales.

El 65% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza, la esperanza de vida supera apenas los 50 años, y más de la mitad de la población no sabe ni leer ni escribir, según datos del Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Y si no fuera por la ayuda humanitaria que recibe el país, más de la mitad de la población no lograría sobrevivir.

El 47% de los haitianos sufre de desnutrición crónica. De los que sobreviven, el 60% muere de VIH/Sida, la tasa más alta en el Caribe, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), o caen en la droga. Además, más de la mitad de la población carece de agua potable o acceso a instalaciones sanitarias, y la desigualdad entre la mayoría negra y la minoría mulata se hace cada día más grande.

A lo anterior se suma un crecimiento explosivo de la población, que pasó de cinco a ocho millones en los últimos 20 años, de los cuales el 38,6% es menor de 15 años.

Pero además de la pobreza, la violencia es uno de los factores más presentes en la vida de los haitianos. Sólo en la capital, Puerto Príncipe, hoy circulan más de 210.000 armas ligeras, según Intermón Oxfam, que alertó de que la población está expresando su temor a ir a votar debido precisamente a la violencia armada.

Con este panorama de fondo se entiende la importancia de que las elecciones puedan desarrollarse en un ambiente de paz y seguridad. Vigilando por su correcto desarrollo estarán más de 36.000 observadores, más de 1.500 extranjeros, y 125.000 mandatarios de partidos políticos estarán presentes en los colegios electorales.