Actualizado 25/07/2007 16:35

Crónica Perú-Intermón denuncia la "vulneración sistemática" de los derechos de los indígenas en Perú por parte de Repsol

Inicia una campaña de 'mailing' para exigir a la compañía que cumpla la legislación en los países donde opera


MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

Intermón Oxfam presentó hoy en Madrid un informe que denuncia la "vulneración sistemática" por parte de Repsol YPF de los derechos de las poblaciones indígenas en cuyos territorios opera en Perú, una región cuya legislación presenta "vacíos" entorno a la protección de estas poblaciones de los que la petrolera española "se aprovecha" para operar.

En declaraciones a Europa Press, la responsable del programa de gobernabilidad y sector privado de Intermon Oxfam, y firmante de este informe titulado 'Pueblos sin Derechos', Isabel Tamarit, explicó que tras "más de dos años de trabajo infructuoso con la compañía" en la mejora de su política de responsabilidad social en Perú, la ONG española ha decidido hacer pública la "falta de compromiso" de Repsol YPF para movilizar a los ciudadanos y promover un cambio definitivo.

Éste podría producirse el próximo 24 de agosto, cuando la compañía está citada a la firma de un acuerdo con la población Guaraní de Bolivia. El texto, redactado por los indígenas, está basado en la legislación internacional de respeto a este tipo de comunidades, por lo que si Repsol no lo suscribe "estará claro en qué sentido" se mueve la petrolera.

El informe, que recoge testimonios de afectados directamente por las exploraciones y explotaciones petroleras en las que la compañía está presente, recoge, en líneas generales, "cuatro grandes violaciones de derechos" de la población indígena: el derecho a consulta, el derecho a indemnizaciones y compensaciones por daño, el derecho a participar en los beneficios y a decidir el desarrollo de su comunidad y, por último, los derechos laborales de algunos trabajadores.

"De la primera violación se derivan las demás", explicó Tamarit, tras recordar que el derecho de las poblaciones indígenas a ser consultadas sobre los trabajos que van a realizarse en sus tierras, y a recibir información veraz sobre las consecuencias que de ello pudieran derivarse, está recogido en el artículo 169 de la Convención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un documento al que Repsol YPF siempre manifestó estar suscrito, aunque desde 2005 ya no puntualiza a qué parte del articulado.

Según Tamarit, Repsol YPF "no respeta los procesos de toma de decisiones" ni a los responsables designados en el seno de las comunidades para llevarlos a cabo. Además, en caso de solicitar este "consentimiento, no se hace de forma previa e informada", como ocurrió en el Lote (asignación gubernamental de terrenos para explotación) número 57, donde "entraron en los pozos sin informar" a los habitantes de la zona.

Esto ocurre, en parte, porque la legislación peruana, pese a haber ratificado la citada Convención de la OIT, no cuenta con una legislación que lo desarrolle y en su política de impulsar la inversión privada, propicia que "primero se conceda la exploración de un terreno y luego se consulte", explicó Tamarit.

El problema es que la compañia "no quiere alcanzar un acuerdo con los indígenas antes de estar segura" de que explotará el territorio, lo que no se decide hasta que éste ha sido explorado (con procedimientos "agresivos" de impactos "tremendos y visibles" como las explosiones controladas o la tala de árboles para mediciones sísmicas) y se ha llegado a la conclusión de que cuenta con petróleo suficiente como para iniciar los trabajos.

"Como no hay información ni consulta, no hay negociación, por lo que Repsol YPF establece unilateralmente las compensaciones por daño" sin que exista "un protocolo definido", apuntó Tamarit en relación al segundo bloque de "violaciones de derechos". En este sentido, recordó que se trata de poblaciones muy pobres y a menudo iletradas que pueden llegar a aceptar "media docena de peonzas y un balón" como compensación por una fuga que contamine el agua, por ejemplo.

BENEFICIOS Y DESARROLLO.

Otro de los derechos internacionalmente reconocidos de estas poblaciones, es el que se les atribuye a participar de los beneficios que se generen de la explotación de su territorio y elegir sus propios caminos de desarrollo, algo que la compañía subsana con políticas de acción social. "En 2004 desarrollaron un programa sanitario en el Lote 90. Todas las medicinas que repartieron estaban caducadas. Además, el médico estaba a más de cinco horas de la comunidad", apuntó.

En total, Repsol YPF, presente en Perú desde 1995 opera en siete lotes ubicados en la Amazonía, cuatro los gestiona directamente, donde se localizan cinco áreas protegidas y donde se asientan seis pueblos indígenas y uno en aislamiento voluntario. Su actividad, que afecta a unas 5.000 personas, según Intermón "se ha traducido en una pérdida de recursos económicos y naturales" para algunas de estas comunidades que ya son, de por sí, "de las más castigadas" de todo el país.

Es por ello que reclaman a la compañía una "política pública, transparente y verificable" en la que de forma expresa se comprometa con los derechos de los indígenas" y el cumplimiento de las Convenciones de la OIT y su artículo 169, así como de la legislación española cuando sea menos exigente que la del país de destino.

Asimismo, reivindican el desarrollo de un "procedimiento corporativo de relación con los pueblos indígenas", algo que por el momento, es un documento interno "al que no se hace caso", según Tamarit. Este procedimiento deberá acompañarse de un plan de compensación e indemnización en todas sus fases de actividad, incluyendo las previas a la explotación propiamente dicha.