Actualizado 20/04/2018 15:29

¿Cuál es el importante papel de Fernando Lugo en las elecciones presidenciales de Paraguay?

Paraguay's former president and senator candidate Fernando Lugo (R) from the Gua
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   ASUNCIÓN, 20 Abr. (Notimérica) -

   Paraguay celebrará este domingo elecciones generales y departamentales en las que son dos los candidatos con más opciones a llegar a la Presidencia --Mario Abdo Benítez y Pedro Efraín Alegre-- y ocupar el puesto del actual presidente, Horacio Cartes. Este ha tratado de todas las maneras posibles mantenerse en el poder hasta el último momento, tratando incluso de llevar a cabo un cambio constitucional para disponer de la posibilidad de reelección.

   Tal y como dicta el artículo 229 de la Constitución paraguaya aprobada en el año 1992, tras el regreso a la democracia, los cargos de presidente y vicepresidente son "improrrogables" y que "no podrán ser reelectos en ningún caso". De esta manera, se hacía imposible la reelección de Cartes --lo que ya había tratado de hacer en 2016--, algo que para una parte del Partido Colorado no era justo.

   Esta impulsó una reforma constitucional que permitiera la reelección de Cartes como presidente. La sociedad paraguaya y la oposición respondieron rápidamente, y las movilizaciones masivas no se hicieron esperar. La represión por parte de las autoridades acabó con una persona muerta, múltiples heridos y graves enfrentamientos entre la Policía y la ciudadanía.

   Lo más sorprendente es, sin embargo, que el impulso de la reforma ha contando además con el respaldo del expresidente progresista Fernando Lugo, del Frente Guasú, cercano al fallecido expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, y al exmandatario encarcelado de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva. El político paraguayo fue destituido mediante un juicio político en 2012, pero a día de hoy continúa siendo una de las figuras políticas con mayor relevancia en el país sudamericano.

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   Lugo, exobispo de ahora 67 años, fue quien consiguió romper con la hegemonía en el poder del Partido Colorado, el cual en 2008 dejó de dirigir el Gobierno de Paraguay después de 60 años. Fernando Lugo marcó un momento histórico para la nación, algo que le ha valido el reconocimiento en el exterior, y que ha despertado con su colaboración con Horacio Cartes más de una opinión.

   Precisamente una de ellas critica el apoyo dado a las élites políticas contra las que él mismo luchó con su surgimiento político y con su Gobierno. Si bien mantuvo una política social muy ambiciosa, su Administración no consiguió dar con grandes mejoras ni soluciones, así como en su periodo presidencial se dieron varios escándalos que doblegaron su imagen.

   Hombre de la Iglesia, durante su tiempo de presidente se vio envuelto en varios escándalos de paternidad. Si bien poco después de ganar las elecciones fue exhortándolo a "ser fiel a la fe católica y llevar una vida coherente con el Evangelio", por la Santa Sede, se dieron a conocer al menos dos casos de paternidad de, por lo menos, diez años de antigüedad.

   Librando una batalla contra un "linfoma cancerígeno maligno", el Gobierno de Fernando Lugo se vio finalmente desacreditado con la muerte de seis policías y 11 campesinos en un desalojo de un grupo "sin tierras", en el mes de junio de 2012, en la hacienda del político y empresario "colorado", Blas N. Riquelme, en Curuguaty, recoge 'BBC Mundo'. Esto llevó al juicio político por el que fue expulsado del poder.

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   Pero, ¿fue legal su destitución? En el momento en que fue destituido muchos trataron su salida como un "golpe de Estado" y un "derrocamiento", aunque muchos otros defendieron que se trató de un proceso "constitucional" al amparo del artículo 225. Este indica que "el presidente de la República, el vicepresidente, los ministros del Poder Ejecutivo [...] solo podrán ser sometidos a juicio político por mal desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes".

   La Constitución paraguaya, como modo de evitar que se reproduzcan dictaduras como la de Alfredo Stroessener, diseñó un modelo que evita la concentración en una sola persona de todo el poder. Sumado a la falta de aliados políticos, el poder legislativo inició un juicio político contra Lugo, quien fue destituido. Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador indicaron que no reconocerían al Gobierno de Federico Franco, y la UNASUR inició un proceso de valoración.

   De esta manera, cabe preguntarse cómo Fernando Lugo, habiendo sido despojado del cargo conseguido electoralmente de una manera dudosamente regular, ha sido aliado de Horacio Cartes y a un sector del Partido Colorado para el cambio constitucional. Más, cuando ha apoyado públicamente al candidato opositor, Efraín Alegre, de la Alianza GANAR. Todo apunta a la intención de volver a postularse como candidato con el Frente Guasú, actualmente tercera fuerza política.

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   En una entrevista concedida a 'BBC Mundo', Lugo advierte de que estas van a ser "unas elecciones importantes para nosotros (Frente Guasú) porque todo indica que como grupo político vamos a crecer, mientras todos los demás van a decrecer", lo que haría indicar un nuevo aliciente para que el exmandatario estuviera interesado en ser nuevamente candidato a la Presidencia.

   "¿Y cómo ve la posibilidad de volver a ser presidente? ¿Quiere ser presidente?", preguntan desde la cadena británica. "No", asegura, aunque posteriormente apostilla: "¿Por qué respondí tan rápido?". Y es que, según indican, se escucha con fuerza entre los círculos políticos paraguayos la posibilidad de Lugo 2023. "Lo escuchamos en todas las reuniones. Y yo digo es muy rápido, depende de muchos factores, factor salud, factor edad, voy a tener 72 años", indica a 'BBC Mundo'.

   "Pero _dice, enfatizando la contraposición_ es un tema a pensar, a discutir y a escuchar a la gente y a tener una propuesta concreta. Presidente por presidente no vale la pena. Presidente para cambiar, para mejorar esta serie de problemas que vivimos, puede ser", recoge el citado medio.

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