Actualizado 22/05/2012 19:33

Cuba niega que someta a los presos a torturas, prácticas discriminatorias o desapariciones forzadas


MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -

Cuba ha negado que dentro de las cárceles de la isla se fomenten prácticas como la tortura, la corrupción judicial, la discriminación y las desapariciones forzadas, a la vez que ha dejado claro que "nunca" se le ha negado a un ciudadano el acceso a la justicia ni otros derechos fundamentales.

En un artículo divulgado este martes por el diario oficial 'Granma', el Gobierno de Raúl Castro rechaza las críticas que durante décadas han girado en torno al sistema penitenciario cubano y afirma que, por el contrario, ha sido gracias al triunfo de la revolución de 1959 que se pudieron erradicar una serie de prácticas que iban "detrimento de su integridad y dignidad humanas".

Uno de los "desafíos" fue precisamente "desmantelar" el sistema penitenciario del Gobierno de Fulgencio Batista "en el que imperaban la corrupción judicial y administrativa, el crimen despiadado, los maltratos físicos y la tortura, las desapariciones, la discriminación racial y social y el tratamiento brutal al hombre sancionado".

"Hubo que destruir el régimen carcelario heredado y sustituirlo por un sistema penitenciario profundamente humano, sustentado en el respeto y el control riguroso de la aplicación de leyes, reglamentos y políticas que se inspiran en la máxima de reeducar y rehabilitar a cada persona recluida para su reinserción social", señala el rotativo.

Según los datos oficiales revelados por 'Granma', la población penal de Cuba es de 57.337 internos, de los cuales 31.494 en "condiciones cerradas" y 25.843 en instalaciones abiertas. Las cárceles --cuyo número exacto no precisa-- respetan "las normas y principios desarrollados por la ciencia penal internacional", y dentro de ellas se garantizan "las mejores prácticas de tratamiento a reclusos".

"La legislación vigente en Cuba y consecuentemente la que rige en su sistema penitenciario, contiene las garantías fundamentales universalmente aceptadas que protegen los derechos de todas las personas", subraya el diario portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).

Las leyes penitenciarias se diseñaron teniendo en cuenta los preceptos de las Reglas Mínimas Internacionales para el Tratamiento a los Reclusos, aprobadas en el Primer Congreso sobre la Prevención del Delito y el Tratamiento al Delincuente, celebrado en 1955, en Ginebra. "Las sucesivas actualizaciones internacionales a esas normas han sido asimiladas y aplicadas al sistema cubano", destaca.

En los últimos seis meses, un total de 10.129 reclusos fueron excarcelados mediante diversos beneficios, entre los que destacan los 2.900 presos que fueron indultados por el Gobierno de Castro en el marco de la visita del Papa Benedicto XVI a la isla.

REINSERCIÓN

Los presos de las cárceles cubanas están adheridos a planes educativos y culturales que "han tenido un impacto positivo en el mejoramiento de las relaciones y la comunicación entre los internos y los funcionarios", y de forma simultánea se ha "creado un ambiente de superación y mejoramiento humano" a fin de garantizar su reinserción.

En la actualidad, un total de 27.095 internos reciben educación en todos los niveles de enseñanza y 24.531 realizar cursos de capacitación y especializados. Pero además, desde el año 2009 se han introducido una serie de programas "para elevar el nivel cultural de los internos y dignificar al ser humano".

Otro de los "principios fundamentales" del sistema penitenciario cubano es la "incorporación voluntaria al trabajo socialmente útil remunerado, y a la Seguridad Social", programa que beneficia en la actualidad a un total de 23.113 reclusos.

"Pese a las dificultades económicas que el país ha tenido que afrontar, no se ha justificado nunca la negación de la justicia, ni se ha invocado la amenaza de tipo alguno para desnaturalizar o desconocer los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad", destaca el diario oficial.