LA HABANA, 12 Ene. (Reuters/EP) -
Representantes de Cuba y Estados Unidos iniciaron este miércoles una nueva ronda de conversaciones migratorias en un lugar no precisado de La Habana, en medio de un clima de tensión por el arresto hace más de un año en la isla de un contratista norteamericano.
Ambas delegaciones comentarán los resultados de los diálogos cuando finalice el encuentro, pero diplomáticos de Washington ya han adelantado que no esperan grandes avances en esta ocasión. "Las conversaciones empezaron", informó una fuente de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
La delegación de la Casa Blanca está encabezada por Roberta Jacobson, asistente adjunta del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, sin que hasta el momento se conozca el nombre del representante del Gobierno de Raúl Castro.
El encuentro busca supervisar un acuerdo migratorio para evitar éxodos como el de los balseros cubanos en 1994, conocido como 'El maleconazo'.
Esta es la cuarta ronda desde que las conversaciones migratorias fueron reanudadas a mediados del año 2009 por el presidente estadounidense, Barack Obama, tras un paréntesis de seis años.
Pero lo que empezó como un acercamiento entre ambas naciones --sin relaciones diplomáticas plenas desde hace 50 años-- se empantanó en diciembre de 2009 con el arresto de Alan Gross, un contratista estadounidense acusado de distribuir ilegalmente en Cuba equipos de comunicación satelital.
Los negociadores de Washington han aprovechado las reuniones anteriores para exigir la liberación de Gross, detenido sin cargos. Pero Cuba todavía no ha respondido a esta petición. Estados Unidos dice que el contratista de 62 años estaba facilitando el acceso satelital a Internet a grupos judíos en la isla.
Cuba, en cambio, ha sugerido que podría ser un espía. Gross trabajaba para un programa financiado por la Casa Blanca para promover cambios en la isla de Gobierno comunista.