Puerto España, 30 Jul. (Reuters/EP) -
Estados Unidos ha instado a Cuba este viernes a liberar a un contratista estadounidense que se encuentra bajo detención en La Habana desde hace casi ocho meses por ser sospechoso de espionaje y actividades subversivas, aduciendo que el detenido "no se encuentra bien" y aún no se han presentado cargos contra él.
El arresto de Alan Gross, de 60 años, en el aeropuerto de La Habana el pasado diciembre se convirtió en un nuevo motivo de discordia entre Estados Unidos y Cuba, obstaculizando los pasos para la distensión de las relaciones entre ambos países después de medio siglo de confrontación y hostilidades.
La Habana acusa a Gross, que trabajaba para una empresa con sede en Washington contratada dentro de un programa para promocionar la democracia en Cuba financiado por Estados Unidos, de haber cometido "delitos graves" al apoyar los esfuerzos estadounidenses para desestabilizar al régimen cubano.
Según las autoridades cubanas, Gross suministró equipos restringidos de comunicación por satélite a disidentes locales. Las autoridades estadounidenses, por su parte, han indicado que estaba proporcionando acceso a internet a grupos judíos, habiendo entrado en Cuba con visado de turista.
"Consideramos que el arresto de Alan Gross es un acto inaceptable. No estaba violando ninguna ley y, por lo que sé, hasta ahora no se han presentado cargos contra él", declaró el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, durante una rueda de prensa en el marco de una visita a Trinidad y Tobago.
"No se encuentra bien, ha perdido 36 kilos, hace más de seis meses (desde el arresto) y animamos al Gobierno cubano a liberarle", añadió.
Gross se encuentra bajo custodia en la sede de seguridad interior de Villa Marista, en La Habana. Las autoridades cubanas han asegurado que se le ha garantizado la defensa, que ha recibido asistencia consular por parte de diplomáticos estadounidenses y que ha podido comunicarse con su familia.
El Gobierno de Raúl Castro ha empezado a liberar a los 52 presos políticos cubanos cuya liberación fue acordada recientemente en un pacto con la Iglesia Católica. Un movimiento que ha sido saludado por Estados Unidos y otros muchos Estados.
La Administración de Barack Obama ha aclarado que sus modestos esfuerzos para mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba permanecerán bloqueados mientras Gross siga detenido.
La secretaria de Estado estadounidenses, Hillary Clinton, ha dicho este mes que Washington trabaja "cada día a través de todos los canales" para conseguir que Gross sea liberado y vuelva a su casa sano y salvo.