Actualizado 17/11/2012 06:30

Gross demanda al Gobierno de EEUU y a la empresa que le contrató por no avisarle de los riesgos de su trabajo


MIAMI, 17 Nov. (Reuters/EP) -

Alan Gross, el contratista estadounidense condenado a 15 años de prisión en Cuba por introducir equipos de comunicación por satélite en el país caribeño, ha demandado este viernes al Gobierno de Estados Unidos y a la empresa que le contrató en la que reclama una indemnización de 60 millones de dólares (47,1 millones de euros) por no advertirle de los riesgos que conllevaba su trabajo y que le ha privado de libertad desde diciembre de 2009.

En la demanda interpuesta ante el tribunal del Distrito de Washington, Gross y su esposa, Judy Gross, alegan que la empresa que le contrató, Development Alternatives Inc (DAI), con sede en Maryland, y el Gobierno estadounidense "no revelaron a Gross de forma adecuada, tanto antes como después de que comenzó a viajar a Cuba, los riesgos materiales que enfrentaba debido a su participación en el proyecto".

Gross sostiene en la demanda que la DAI y el Gobierno "no tomaron medidas adecuadas" para prepararle y protegerle durante sus viajes a Cuba y que "ignoraron las reiteradas preocupaciones de seguridad de Gross para que así la DAI pudiera seguir generando ingresos significativos y el Gobierno pudiera seguir usando a Gross como un peón en sus iniciativas generales de políticas hacia Cuba".

En otra demanda, presentada contra la compañía de seguros Federal Insurance (FIS), con sede en Nueva Jersey, Gross y su esposa apelan a una cláusula de "detención injusta" para obtener una indemnización.

Desde el Departamento de Justicia estadounidense, el portavoz Charles Miller se ha limitado a responder que "el caso está siendo revisado".

EL CASO GROSS

Gross, de 63 años de edad, fue detenido en diciembre de 2009 en La Habana cuando estaba trabajando para la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) con el fin de facilitar el acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba. Viajó hasta en cinco ocasiones cuando estaba subcontratado a través de la DAI.

Tras permanecer dos años en prisión preventiva, en marzo de 2011 fue condenado a 15 años de cárcel por llevar a cabo "actos contra la independencia o la integridad del Estado cubano", por introducir equipos de comunicación por satélite en el país, algo prohibido por las autoridades cubanas.

La posibilidad del diálogo bilateral permanece en el aire, principalmente, porque La Habana pretende llevar a la mesa de negociaciones el caso de los cinco agentes de los servicios de Inteligencia detenidos en 1998 en Estados Unidos y condenados en 2001 por espionaje, para proponer un canje de presos.

'Los cinco' son considerados unos héroes en Cuba, porque se les atribuye la infiltración en redes terroristas cubano-estadounidenses para evitar atentados en la isla caribeña, sin embargo, en Estados Unidos son considerados espías que pretendían atentar en suelo norteamericano.

El caso Gross puso fin a un breve periodo de distensión en las relaciones bilaterales, propiciado por la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama, que flexibilizó el embargo comercial impuesto a la isla desde hace más de medio siglo al permitir que los cubano-estadounidenses puedan viajar libremente y enviar remesas a su país.