Actualizado 15/06/2010 21:09

Cuba.- El ex preso Ariel Sigler Amaya, a la espera de que algún Gobierno le invite a recibir tratamiento fuera de Cuba

No descarta venir a España si se lo ofrecen y Considera que el papel de la UE "es muy importante" en el proceso de liberación de los presos políticos

El disidente tiene previsto visitar a Fariñas


MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ex preso político cubano Ariel Sigler Amaya, liberado el sábado por el Gobierno cubano, dijo este martes que todavía no ha recibido ninguna invitación de algún Gobierno extranjero para viajar a otro país a recibir tratamiento médico especializado, y confesó que espera de que alguna "nación amiga" exprese su "gesto de buena voluntad" para que pueda salir de Cuba a continuar su rehabilitación.

"Por el momento no hemos recibido ninguna oferta de ningún país, pero estamos a la espera de que haya un gesto por parte de alguna nación", informó Sigler Amaya a Europa Press desde la vivienda de su esposa, en la provincia de Santa Clara (centro), donde arribó en horas de la mañana de este miércoles, después de que las autoridades cubanas le concedieran este fin de semana una "licencia extrapenal" por su delicado estado de salud, gracias a la intermediación de la Iglesia Católica.

Desde que se conoció la noticia de su excarcelación, la familia de Sigler Amaya habló de la posibilidad de trasladarle a otro país donde se le pueda suministrar una atención médica más especializada. A este respecto, el disidente afirmó que "en Cuba va a ser imposible que tenga una recuperación" debido a todas las enfermedades que padece.

Sigler Amaya comentó que sus familiares no pueden realizar alguna gestión para un posible viaje fuera de la isla "porque no tienen los medios económicos para hacerlo", por tal motivo, apeló a la "buena voluntad" de los estados que "han expresado su apoyo" a los presos políticos, de manera que pueda continuar su rehabilitación en otro país.

Una de las posibilidades que estudian es mudarse a Miami, Estados Unidos, donde vive su hermano Miguel Sigler, también ex preso político, y una de sus sobrinas, quienes han comenzado a adelantar algunas gestiones para un eventual traslado a territorio norteamericano. "Pero todavía no tenemos nada seguro", subrayó.

Sigler Amaya no descarta analizar otras opciones como España, aunque aclaró que todo dependerá de si las autoridades españolas "tienen las posibilidades" de hacerle una oferta. "Nosotros estamos abiertos a cualquier alternativa y a cualquier gesto de nuestros países amigos", insistió.

EL PAPEL DE LA UE Y FARIÑAS

Por otra parte, el disidente aplaudió que los países de la Unión Europea se hayan "expresado a favor de la libertad de los presos políticos" en Cuba y desea que este apoyo se "mantenga pero sea cada vez más fuerte la presión hacia el Gobierno (de Castro) para que todos los prisioneros, que están en la cárcel de forman tan injusta", puedan ser liberados.

"Todo esto lo hemos tomado como un gesto bastante importante desde la oposición", afirmó Sigler Amaya, al referirse a las condenas de la UE a hechos como la muerte del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo, el pasado mes de febrero tras más de 80 días de huelga de hambre.

No obstante, consideró que "si ha habido algún tipo de gestiones" por parte de 'los 27' o de otros países "no hemos tenido un resultado contundente, porque lo que queremos es la liberación de todos los presos políticos que están en la cárcel sin haber cometido ningún crimen y eso todavía no lo hemos visto".

Sin embargo, opinó que el papel de la UE "es muy importante" en las negociaciones que se intentan adelantar con el Gobierno de Raúl Castro --en las que participa directamente la Iglesia Católica-- para poner fin al presidio de por los menos unos 25 opositores que se encuentran en delicadas condiciones de salud.

En este contexto, agradeció los esfuerzos del periodista cubano independiente Guillermo Fariñas, quien desde el pasado 24 de febrero inició una huelga de hambre para condenar la muerte de Zapata Tamayo y exigir la excarcelación de unos 26 prisioneros enfermos, entre los que se encontraba Sigler Amaya.

El disidente comentó que, cuando mejoren un poco sus condiciones de salud, tiene previsto visitar a su "hermano" Fariñas en el Hospital Provincial de Santa Clara. "Nosotros lo apoyamos, respetamos su posición y esperamos un gesto por parte del Gobierno cubano para sigan las liberaciones y no permitan que Fariñas muera", acotó.

SALUD "MUY CRÍTICA"

Entretanto, la salud de Ariel Sigler Amaya continúa siendo "muy crítica". Desde que abandonó este fin de semana el Hospital Julito Díaz de La Habana han tenido que suministrarle suero por las fuertes diarreas y la fatiga. "Desde que salí he estado en una cama por la debilidad que siento, el hecho de hablar para mí es un esfuerzo descomunal", lamentó.

El disidente recordó que antes de su ingreso en prisión "era un hombre fuerte, deportista, muy robusto" que practicaba el boxeo con frecuencia. Su peso era de 205 libras (94,3 kilos), pero de acuerdo al último registro médico su peso había descendido a 117 libras (53 kilos). Esta situación le convirtió en el preso político con el peor cuadro de salud.

Sigler Amaya, de 47 años, fue encarcelado en el año 2003 pero no fue sino hasta hace dos años que su situación se agravó presentando complicaciones renales, intestinales y estomacales, entre otras, todo esto como consecuencia "de la crítica situación que se vive en las cárceles de Cuba".

Las condiciones de los centros penales de la isla son "infrahumanas", denunció el disidente. "Los presos viven en hacinamiento total, no hay ducha, nos dan agua para asearnos una vez al día y la alimentación es insuficiente porque las cantidades son ínfimas", explicó. "De desayuno nos dan un pedazo de pan, agua y azúcar", agregó.

A todo eso hay que añadirle los "maltratos, las vejaciones y los aislamientos" a los que son sometidos los reos por partes de las autoridades carcelarias y los oficiales que custodian las prisiones. "Esto hace que las condiciones empeoren aún mucho más para los que están ahí sufriendo", expresó.

No obstante, aclaró que "esté donde esté" no abandonará su "lucha para que todos los hermanos prisioneros logren su libertad lo más pronto posible". También aseguró que, pese a sus condiciones de salud, "a partir de ahora empeñaré el mayor tiempo posible para continuar apoyando a los presos políticos".