MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El disidente cubano Guillermo Fariñas tomó este jueves su primer vaso de agua, después de cuatro meses sin ingerir ningún tipo de alimento o bebida, tras su decisión de abandonar hoy mismo la huelga de hambre y sed por la liberación de 52 presos políticos de la llamada Primavera Negra, anunciada ayer por el Arzobispado de La Habana.
"Ahora mismo él está tomando su primer vaso de agua", dijo Licet Zamora, la portavoz designada por Fariñas, a Europa Press en una conversación telefónica, al tiempo que explicó que el disidente tendrá que esperar las indicaciones de los médicos que siguen su caso para ingerir sólidos.
El equipo de especialistas que le ha tratado en el Hospital Provincial Arnaldo Milián Castro, donde permanece ingresado desde principios del mes de abril, deberá elaborar ahora un "plan de adaptación" para el disidente con el objetivo de paliar los efectos negativos que una ingesta excesiva de alimentos pudiera tener en su cuerpo después de cuatro meses de ayuno.
Según indicó Zamora, ninguno de los facultativos se ha puesto todavía en contacto con Fariñas después de que anunciara el fin de la huelga aunque su estado de salud "sigue siendo grave" debido a un coágulo en la yugular que podría desprenderse "en cualquier momento" y causarle la muerte. Sin embargo, sus familiares confían en que el tratamiento que le están aplicando surta efecto y diluya el trombo sin mayores consecuencias.
El opositor, de 48 años de edad, comenzó la huelga el pasado 24 de febrero, tras la muerte en prisión del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo, para exigir la liberación de, al menos, los 26 reos políticos que permanecen retenidos en las cárceles cubanas a pesar de su delicado estado de salud, del total de los 167 que existen, según cifras de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).