Actualizado 02/04/2012 20:54

Cuba.- Fidel Castro condena la "barbarie" de EEUU y la UE contra los manifestantes que protestan contra la crisis


MADRID, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

El expresidente cubano Fidel Castro ha condenado la "barbarie" impuesta por Estados Unidos y la Unión Europea contra los manifestantes que durante meses han protestado contra el actual sistema económico, según señala en un nuevo artículo de sus 'Reflexiones' publicado este lunes por los medios oficiales de la isla.

La información procedente de "Estados Unidos y sus aliados de la OTAN" da cuenta de las "fechorías cometidas por ellos y sus cómplices" en las ciudades que se han convertido en escenario de "constantes batallas campales entre los manifestantes y la Policía bien entrenada y alimentada, con carros blindados y escafandras", señala Castro.

Las fuerzas de seguridad han actuado "repartiendo golpes, patadas y gases contra mujeres y hombres, torciendo manos y cuellos de jóvenes y viejos, mostrando al mundo las cobardes acciones que se cometen contra los derechos y la vida de los ciudadanos de sus propios países", lamenta el exmandatario.

"Hoy ese Estado impone al mundo la más brutal y peligrosa tiranía que ha conocido nuestra frágil especie", advierte, al referirse a su vecino del norte. "¿Hasta cuándo pueden durar semejantes barbaries?", se pregunta el líder revolucionario, al señalar que esas protestas se han convertido en "el pan que cada día se niega a los que menos tienen".

En su artículo, titulado irónicamente 'El mundo maravilloso del capitalismo', Castro critica "la oferta" de productos tecnológicos disponible en los países del primer mundo --como móviles de última generación y artículos electrónicos de lujo-- mientras el mundo vive tragedias naturales.

"¡Verdad, compatriotas, que el capitalismo es cosa maravillosa! Quizás nosotros seamos culpables de que cada ciudadano no tenga un submarino particular en la playa", ironiza.

De esta manera, cuestiona que el capitalismo haya metido en un "mismo saco" las aspiraciones económicas de los jeques árabes, directivos de empresas multinacionales y futbolistas de gran prestigio, aunque agradece que estos últimos entretengan a "millones de personas" y, al mismo tiempo, no sean "enemigos de Cuba".