LA HABANA, 4 Oct. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Cuba ha comenzado a recortar su sistema de educación gratuita, reduciendo el número de plazas y los tipos de estudios, con el fin de adelgazar el gasto público y de satisfacer sus necesidades de trabajo.
Las matriculaciones en los distintos niveles educativos han caído desde los 3 millones en 2008 hasta los 2,2 millones de 2011, lo que supone un descenso del 27 por ciento.
Los estudios más afectados son los universitarios, ya que el número de alumnos ha pasado de 300.000 en 2008 a 156.000 en 2011, un 50 por ciento menos, debido, en parte, al endurecimiento de los criterios de admisión.
La educación en adultos, que permite seguir formándose a los trabajadores, sobre todo campesinos, también se ha visto perjudicada. Mientras que en 2008 se matricularon 373.000 personas, el año pasado solamente lo hicieron 129.000.
En las escuelas de campo, que combinan la educación con el trabajo, una idea del héroe nacional José Martí, el número de alumnos ha pasado de los 415.000 de hace cuatro años a los 170.000 de 2011.
Además, las autoridades cubanas están llevando a cabo una reforma del sistema educativo en lo que se refiere a la oferta, tanto por el número de plazas como por el tipo de estudios, basándose en las necesidades de trabajo del país.
Así, el número de plazas para las escuelas pre universitarias se ha reducido en 50.000, es decir, en más del 20 por ciento, en los últimos cuatro años. En cambio, han aumentado en las llamadas escuelas de oficios, pasando de 26.000 en 2008 a 74.000 en 2011.
En lo que se refiere a los tipos de estudios, en la enseñanza universitaria se han reducido las carreras de humanidades, mientras que en la secundaria se ha trasladado el interés a las carreras de ciencias, pedagogía y agricultura, así como a la formación de obreros cualificados.
MENOS OPORTUNIDADES
Todo ello ha multiplicado las quejas de las familias, que ya denunciaban que los niños de los hogares con mayor poder adquisitivo reciben una educación mejor que les garantiza el acceso a la universidad, rompiendo así con el principio de igualdad que consagra la Constitución cubana.
"Las oportunidades se están reduciendo, mientras que la competencia sigue aumentando", ha dicho Sonia Pérez, madre soltera. "Mi hija, de 12 años, estudia dos horas diarias y pago por ello 30 pesos (0,87 euros) semanales a una de sus profesoras", ha indicado.
"La educación universitaria, de una forma u otra, era casi segura, ahora hay que luchar", ha apuntado, por su parte, el arquitecto Alejandro Padrón. "Entiendo que es imposible mantener a todos estudiando, pero quiero que mi hijo vaya a la universidad", ha añadido.
EMBLEMA DEL RÉGIMEN
El demantelamiento parcial del sistema de educación gratuita supone un fracaso para el régimen cubano, que desde la Revolución de 1959 se ha preocupado por garantizar este derecho a sus ciudadanos y lo ha señalado como uno de sus mayores éxitos
Al llegar a la Presidencia, en 2008, Raúl Castro, ya advirtió de que era necesario llevar a cabo una reforma económica para corregir el endeudamiento del país caribeño y apuntó a la educación y a la salud como sectores afectados.
"Las plazas que otorgan los centros educativos deben ser proporcionales a las necesidades y posibilidades futuras de empleo, y además deben estar ocupadas por los realmente interesados en llevar a la práctica esos conocimientos", dijo Castro ante el Parlamento a mediados de 2008.