Actualizado 14/04/2006 22:29

Cuba.- La Habana dice que el diplomático checo expulsado de Cuba era un espía que trabajaba para Washington

Pérez Roque dice que el primer secretario checo "se dedicaba a distribuir dinero y materiales a mercenarios al servicio" de EEUU


LA HABANA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ministro cubano de Asuntos Exteriores, Felipe Pérez Roque, anunció hoy que su país descartó renovar el visado del primer secretario de Asuntos Políticos y Culturales de República Checa en la isla, Stanislav Kázeck, porque el diplomático "violentó continuamente la Convención de Viena" durante su estancia en Cuba, donde realmente "trabaja estrechamente con los aparatos de subversión de Washington".

Pérez Roque señaló que la decisión respecto a Kázeck "se corresponde con el ejercicio soberano de una prerrogativa que tiene el Estado cubano para desautorizar la presencia del diplomático que no se comporte como tal y realice, de modo sistemático, trabajos de inteligencia y tareas subversivas".

"Trabaja realmente no para el Gobierno checo sino para Estados Unidos", denunció el titular cubano de exteriores, al asegurar que el diplomático checo "cumplía indicaciones de los Servicios Especiales de la Casa Blanca".

Precisó que Kázecky "trabaja estrechamente con los aparatos de subversión de Washington y se dedicaba a distribuir dinero y materiales a los grupos mercenarios al servicio de los intereses de Estados Unidos", según informaciones de la agencia Prensa Latina recogidas por Europa Press.

"Hemos tenido que requerirlo en varias ocasiones por intentar fotografiar y tener acceso en las cercanías de instituciones militares", reveló Pérez Roque, precisando que estos son lugares "donde no tiene nada que hacer un diplomático checo que se supone debía representar los intereses de su pueblo y trabajar en el desarrollo de las relaciones". "Por ello --reiteró Pérez Roque-- hemos decidido no renovar su visado, que expiraba en estos días".

Asimismo, el ministro cubano dijo que el Gobierno de Praga "tomó la decisión de actuar en reciprocidad y descartó renovar el visado de un funcionario de la embajada cubana en la nación europea". "La reacción checa y lo que diga el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país checo me tiene sin cuidado", apostilló.

"Cuba defiende su soberanía y hay que respetar a su pueblo. Ni el Gobierno checo ni ningún país pueden violentar el respeto a las leyes y a la soberanía de Cuba", concluyó Pérez Roque.