Actualizado 04/05/2007 13:36

Cuba.- La Habana responsabiliza a Washington de la muerte de un soldado en el intento de secuestro de un avión


LA HABANA, 4 May. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno cubano ha responsabilizado a Estados Unidos y a la llamada 'Ley de Ajuste Cubano' de la muerte de un oficial del Ejército cuando dos soldados de reemplazo intentaron secuestrar ayer un avión en La Habana para viajar a territorio estadounidense.

"Nuevamente queda en evidencia el carácter criminal de la Ley de Ajuste Cubano, alentadora de acciones vandálicas y criminales", indicó el Ministerio del Interior en un comunicado, en el que aseguró que la responsabilidad de estos crímenes recae sobre Estados Unidos.

La Ley de Ajuste Cubano, vigente desde el año 1996, contempla la concesión del permiso de residencia automática a cualquier cubano que llegue por cualquier vía a territorio estadounidense, ley que Cuba condena por ser "alentadora de acciones vandálicas y criminales".

Los dos soldados de reemplazo fueron capturados cuando intentaron apoderarse de una aeronave civil con el objetivo de trasladarse hacia Estados Unidos, para lo cual secuestraron un autobús y tomaron como rehenes a varias personas.

Los secuestradores irrumpieron con ese vehículo en la Terminal número 1 de vuelos nacionales del aeropuerto José Martí de La Habana, donde penetraron en un avión allí estacionado, sin tripulantes ni pasajeros.

Una vez dentro de la aeronave, los soldados mataron a uno de los rehenes, el teniente coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Víctor Ibo Acuña Velázquez, "quien pese a estar desarmado intentó heroicamente evitar se cometiera el acto terrorista".

Los delincuentes capturados permanecían en fuga desde el pasado 29 de abril después de asesinar al soldado del Servicio Militar Activo Yoendris Gutiérrez Hernández, en el momento en que actuaba como centinela en una unidad de las FAR, y herir a otro combatiente.

En esa ocasión estos individuos, que cumplían también el Servicio Militar Activo en la propia unidad, se fugaron con dos fusiles AK, razón por la cual se desplegó un intenso operativo y se adoptaron las medidas dirigidas a evitar nuevas víctimas.

Las autoridades contaron en todo momento con "el más decidido apoyo" de la población de la zona, lo que facilitó capturar con anterioridad a otro implicado en los hechos, quien reveló que el propósito era abandonar el país de forma ilegal.

"Este nuevo episodio se suma a la larga lista de actos de terror de que Cuba ha sido víctima durante casi medio siglo, hoy estimulados por la puesta en libertad de un monstruo del terrorismo", concluyó el Ministerio del Interior, en referencia al anticastrista Luis Posada Carriles.