El chileno asegura que la muerte de Fariñas sería un "desastre" para el régimen cubano
SANTIAGO, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, afirmó que la situación de los disidentes en Cuba "se ha deteriorado sustantivamente" y mostró su preocupación por el estado de salud del periodista Guillermo Fariñas asegurando que su muerte sería un "desastre" para el régimen cubano.
En una entrevista concedida la semana pasada al diario chileno 'La Nación', Insulza reconoció que la situación de los disidentes políticos en la isla "se ha deteriorado muy sustantivamente" a consecuencia de la muerte del opositor Orlando Zapata Tamayo y de las manifestaciones de las Damas de Blanco que fueron reprimidas por el régimen durante los actos de conmemoración del séptimo aniversario de la Primavera Negra de 2003.
"La situación política está complicada, eso se ve porque puede haber habido protestas en otra época, pero a nadie le importaban mucho. Pero ¿Por qué el que algunas mujeres desfilen por la calle se transforma en un hecho político tan trascendente? Lo que fue más notorio no eran las mujeres, sino los grupos de gente que las perseguían", dijo el chileno.
El secretario general de la OEA manifestó su preocupación por la salud de Fariñas que desde hace cinco semanas permanece en huelga de hambre y sed para exigir al Gobierno de Raúl Castro la liberación de los 26 presos políticos enfermos que continúan recluidos en las cárceles de la isla pese a su grave estado de salud.
"Me preocupa lo que puede pasar con Guillermo Fariñas, porque si fallecen dos personas en sucesión, es muy difícil impedir que ocurra con otros y eso será un desastre desde el punto de vista comunicacional y político para el gobierno cubano", agregó.
Interrogado acerca de una posible mediación de la OEA para lograr que el Gobierno acceda a las reivindicaciones de Fariñas y evite así su muerte, Insulza subrayó que se trata de un asunto muy delicado que puede ofender seriamente al régimen por lo que prefiere actuar cuando tenga garantías de éxito.
"No es fácil. Estas gestiones las hago cuando creo que puedo tener alguna posibilidad de éxito. Por eso me cuidé y me cuidaré mucho de atacar al régimen por estas cosas, no quiero atacar a nadie ni ganar puntos a costa de nadie. Quiero que el problema se resuelva y si veo que eso puede solucionar el problema, naturalmente lo haría", comentó.
En este sentido, el diplomático chileno aseguró que no tendría ningún inconveniente en llamar personalmente a Raúl Castro para tratar la cuestión de los disidentes en la isla y de los presos políticos enfermos.
"Lo llamaría si creo que a partir de eso se puede resolver el problema. Si va a ser sólo para que los diarios digan 'Insulza llamó a Castro', no. Si yo creo que puede tener algún éxito, lo haría", señaló al respecto.
No obstante, el secretario general de la OEA contempló otras vías de acción que, según valoró, podrían resultar más efectivas que la presión internacional como una iniciativa ciudadana desde el interior del país caribeño para demandar al Gobierno la puesta en libertad de los opositores enfermos en las cárceles.
"Creo en la acción de mucha gente que, por un lado, haga un llamado humanitario y por otro, pueda, por su amplitud y su disposición, dar garantías de que esto no es un asunto contra el régimen, sino que simplemente por salvar la vida de 26 personas. Eso podría todavía resultar", observó Insulza.