Actualizado 17/12/2007 14:06

Cuba.- Jiménez asegura que el Gobierno no ha dejado de tener relaciones "ni un solo día" con la disidencia cubana

Dice que su futuro "depende" de Zapatero pero asegura que le gusta "servir" a España y "hacer bien" su trabajo


MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, aseguró hoy que el Gobierno no ha dejado de mantener relaciones con la disidencia cubana "ni un solo día", al tiempo que dijo que con Cuba se mantienen "relaciones correctas" como las que hay con el resto de países latinoamericanos. Asimismo, dijo que no sabe aún si seguirá en el cargo o será designada para otro nuevo ya que "depende del presidente del Gobierno".

En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Jiménez aseguró que el Gobierno ha mantenido "una relación permanente" con la oposición cubana. "Nunca, ni un solo día, hemos dejado de tener relaciones con la disidencia cubana", insistió, subrayando que se han mantenido contactos "dentro de Cuba, fuera de Cuba y en España, porque siempre hemos sostenido que la relación con Cuba es una relación a todos los niveles y con toda la sociedad".

A este respecto, explicó que su reciente viaje a Miami para reunirse allí con "todas" las organizaciones del exilio cubano, tenía como objetivo, "de manera discreta y reservada", explicarles "cuál es la posición que el Gobierno español sostiene respecto a Cuba". "Yo preferí entrar en el detalle preciso de cuál es la política exterior hacia Cuba", añadió.

En cuanto a la relación que existe con el régimen de Fidel Castro, afirmó que hay "relaciones correctas como las que hemos querido establecer con todos los países de América Latina". Según Jímenez, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "desde el primer momento tuvo en cuenta que con América Latina, una región tan especialmente vinculada a España, había que mantener una relación al menos correcta y una interlocución permanente".

BOLIVIA

Por otra parte, expresó "cierta inquietud" por la situación que atraviesa actualmente Bolivia, donde varios prefectos regionales han proclamado unilateralmente la autonomía y donde también se han producido marchas en favor del presidente, Evo Morales.

Asimismo, consideró que el hecho de que "se ha aprobado la reforma constitucional en el Parlamento sin contar con la oposición" es un "dato evidentemente que entraña mucha preocupación", pero subrayó que también está previsto someter la nueva Carta Magna a un referéndum, por lo que abogó "ver cómo evoluciona todo esto".

Además, destacó el que los prefectos hayan expresado ahora su voluntad de dialogar con Morales, algo a lo que hasta ahora se habían negado, y opinó que "a pesar del riesgo, de la incertidumbre, de la preocupación, existe un cierto control de la situación, sobre todo si pensamos en lo que ocurrió hace unos años, la sucesión de presidentes, los estallidos sociales en la calle". "No es una situación tan inquietante como la que ha existido en otros momentos", remachó.

VENEZUELA

En cuanto a Venezuela, afirmó que las relaciones "están razonablemente bien encauzadas" si bien admitió que no está en "el mejor momento". Según Jiménez, "teniendo en cuenta los intereses de los dos países" ambos han decidido "enfriar el conflicto y no agitar más un intercambio de escalada verbal".

En su opinión, el Gobierno ha "acertado en su estrategia" no llamando a consultas al embajador en Venezuela y optando por "gestiones más discretas" que, a través de la diplomacia, permitieron "lanzar los mensajes que había que lanzar" pidiendo respeto por las instituciones, en particular la del Rey, "y tratar de restablecer la normalidad de las relaciones porque los intereses de ambos países lo exigían".

"Más allá de los incidentes, que son coyunturales, y que responden también a la propia intensidad de la relación" y aunque "hemos pasado una pequeña crisis, un pequeño momento de enfrentamiento", en opinión de Jiménez, "hay tanto en común que a nadie le interesa agitar ni seguir enfrentados".

Por último, preguntada respecto a su futuro tras las elecciones de marzo, dijo que "no depende" de ella, sino del presidente del Gobierno, pero expresó su "disponibilidad". Jiménez, que dijo no tener "ningún deseo particular", aseguró que: "me gusta hacer bien mi trabajo y sentirme útil al servicio de mi país".

"Me gusta muchísimo y me parece un privilegio el poder ser la responsable de las relaciones de España con América Latina, pero si el presidente decide que me dedique a otra cosa lo haré también con muchísimo gusto y encantada", añadió. "No tengo ninguna señal ni ningún motivo para pensar que voy a cambiar o que voy a continuar", señaló.

Para terminar, dijo estar "convencida de que muy pronto este país encontrará la paz, la calma, la serenidad y la libertad por la que venimos trabajando y luchando en los últimos 30 años".