MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, considera que "el cambio en Cuba", a raíz del restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos, es "irreversible", pero ha advertido de que "la democracia no se exporta como el Nescafé soluble", sino que es la culminación de un proceso.

   A la hora de abordar la normalización de las relaciones con Cuba, tanto desde Estados Unidos como desde la UE, Margallo ha subrayado que "el problema vendrá cuando se aborde el tema de los Derechos Humanos", de ahí que opine que lo "inteligente" sería que estos tuvieran "baremos comunes" a la hora de abordar este asunto con la isla.

   Eso sí, ha dejado claro que la celebración de elecciones libres en Cuba será "la última fase del proceso" de cambio en el que, a su juicio, está inmersa la isla y ha puesto como ejemplo la Transición española, que demostró que "se acertó con los tiempos" al celebrar las elecciones una vez se restablecieron las libertades y pudieron surgir nuevos partidos y legalizar otros.

   "En Cuba hay que desatascar la economía y que la sociedad aprenda a vivir en libertad. Y luego ya ir a unas elecciones", ha afirmado el ministro. Eso sí, se ha mostrado convencido de que eso llegará: "Me da la impresión de que todos queremos acertar con Cuba, que salga bien. Y cuando todos queremos que salga bien, al final sale bien".

   La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, ha intervenido después para opinar que la opción tomada por la Administración de Barack Obama es "el camino correcto", pero ha avisado de que "la democracia no se establece por decreto", sino que hay que entender que el de Cuba es "un proceso que acaba de empezar".

   Ha sido entonces cuando el ministro Margallo ha vuelto ha tomar la palabra para añadir que "la democracia no se exporta como el Nescafé soluble", sino que es "otra cosa".