Actualizado 14/07/2007 01:15

Cuba.- Los obispos de América Latina piden al gobierno de La Habana que se les permita el acceso a las cárceles cubanas


LA HABANA, 13 Jul. (EP/AP) -

Los obispos de América Latina solicitaron hoy a las autoridades del gobierno de Cuba que se les permita el acceso a las cárceles cubanas así como a la educación en la isla caribeña, según se desprendió de la Asamblea Extraordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).

La nueva directiva, que se eligió hoy en el encuentro de obispos y arzobispos --presidido por el brasileño Raymundo Damasceno Assis--, mantuvo una reunión con los vicepresidentes cubanos Carlos Lage y Esteban Lazo, con quienes se conversó sobre la aspiraciones de la Iglesia Católica local.

"A veces se piensa que la misión de la iglesia es el culto...

(pero también) tiene otra dimensión caritativa, servicial, porque está en la sociedad", expreso el obispo de Holguín, Emilio Aranguren.

Según este, las autoridades cubanas le autorizaron a asistir religiosamente a miles de jóvenes estudiantes y extranjeros de escasos recursos, en especial latinoamericanos, que están como becarios en Cuba para volver a atender sus comunidades.

La conferencia de obispos destacó el papel que cumple con el pueblo cubano Cáritas, sobre todo en materia de asistencia y solicitó poder tener una presencia más activa en las cárceles, para atender tanto a los reclusos como a sus familias y poder ofrecer algún tipo de educación religiosa para los jóvenes.

De momento, según Aranguren, no se ha recibido ninguna respuesta concreta sobre estos aspectos por las autoridades cubanas.

Actualmente el acercamiento de los capellanes a los internos en las prisiones es individual, tanto para los encausados por delitos comunes como los políticos, pero no se ofrecen misas, manifestó el obispo, él mismo director la pastoral para las cárceles. Tampoco están aceptadas las escuelas católicas en Cuba.

Aranguren consideró positiva la reunión con las autoridades porque la relación tendrá que irse "purificando de prejuicios".

Esta es la primera ocasión en la cual los obispos latinoamericanos deciden reunirse en Cuba desde que en 1959 triunfara la revolución cubana encabezada por Fidel Castro. A raíz de la visita del Papa Juan Pablo II a La Habana en 1998, cuando fue recibido por el jefe del Estado cubano, y dijo que "el mundo se abra a Cuba y Cuba se abra al mundo", las relaciones con la Iglesia mejoraron y se logró una mayor apertura hacia esta confesión religiosa.