MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
El PP ha pedido que se "respete la voluntad" de aquellos excarcelados cubanos que desean permanecer juntos en Madrid y no ser dispersados por distintos puntos de la geografía española.
El diputado 'popular' Teófilo de Luis, que mantiene un contacto fluido y permanente con todos, ha registrado varias preguntas en el Congreso dirigidas al Gobierno para que éste explique si va a "respetar la voluntad de los presos políticos desterrados en España" sobre su lugar de residencia en este país, ha explicado a Europa Press.
El abogado que representa a la decena de excarcelados que se niega a abandonar Madrid señaló ayer a Europa Press que sus clientes rechazan trasladarse a otras ciudades españolas, opción que les han planteado las ONG que se encargan de su acogida, a través de un acuerdo con el Ministerio de Trabajo.
Cruz Roja, CEAR y ACCEM les han propuesto desplazarse a centros de acogida que gestionan en otras Comunidades Autónomas ya que en Madrid no quedan plazas libres. En la actualidad, los que permanecen en Madrid están alojados en un hostal en Vallecas y en un hotel de Móstoles.
De Luis considera sin embargo que en Madrid existen "recursos materiales suficientes para atender" a los que han sido liberados por lo que no entiende esa "necesidad de dispersarles". "Juntos se sienten más cobijados y aquí tienen más amigos, hay que respetarlo", señala.
También quiere saber del Gobierno si se van a cumplir las declaraciones "muy importantes" del presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, quien afirmó que las autoridades castristas liberarán a todos los presos políticos que no tengan delitos de sangre y que aquellos que lo deseen podrán permanecer en la isla. En este último caso, subrayó, los liberados deberían poder "hacer uso de la libertad de creación, opinión y divulgación".
Sobre el estatuto jurídico que estas personas deberían recibir en España (pueden optar entre el asilo político y la protección subsidiaria) ha señalado que lo importante es que sean los propios afectados los que lo decidan, pero ha indicado que para ellos la condición de refugiados políticos es "como una medalla".
También ha reconocido que, según la información de la que dispone, el estatuto de asilado político no impide hacer declaraciones políticas sobre el país del que se procede, como señalan desde el Gobierno español, sino que lo que no permite es organizar desde aquí acciones violentas contra ese país.