Actualizado 07/04/2006 19:30

Cuba.- Raúl Rivero sueña con un cambio "radical y tajante" pero "gradual y pacífico", impulsado por las Damas de Blanco

Dice no sentir "nostalgia" de Cuba pero aclara que "nunca" abandonará a sus amigos presos y que volverá a la isla cuando se den cambios

Cree que romper relaciones con el régimen es dejar a la oposición "a solas con el enemigo" y considera "iluso" esperar gestos de Castro


MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

El periodista y poeta exiliado cubano Raúl Rivero está convencido de que los cambios en su país no tendrán lugar hasta que muera Fidel Castro, aunque asegura que podrían comenzar en el momento en que no "pueda llevar las riendas" por problemas de salud. Por eso sueña con lograr una transición "radical y tajante" en la isla caribeña, pero que se haga de forma "gradual y pacífica", impulsada por movimientos pacíficos como las Damas de Blanco.

Así lo asegura Rivero en una entrevista concecida a Europa Press con motivo de la publicación de su último libro 'Vidas y Oficios: los poemas de la cárcel', escritos durante los 11 meses que pasó en la prisión de Ciego de Avila, tras ser condenado a 20 años en abril de 2003 bajo cargos de conspirar con Estados Unidos, atentar contra la independencia del Estado y socavar los principios de la revolución.

"El escenario que yo sueño es que se produzca un cambio radical y tajante, pero de forma gradual, para que pueda ser pacífico (...) Todo lo que está pasando ahora es desastroso, hay que renovarlo todo, cambiarlo todo, pero de una manera inteligente, pacífica, muy medida y con mucha prudencia para que no desemboque en una lucha fraticida", afirma Rivero.

Así, se refiere al futuro a medio plazo en su país y lo que pasará cuando empiecen a darse los cambios que son necesarios en Cuba. "Hay que pedir perdón pero no se puede olvidar. Creo que debería hacerse justicia, pero justicia de verdad, supervisada por la comunidad internacional, y no el circo que montaron con nosotros en la Primavera Negra de 2003", explica.

FUERZA DE LAS DAMAS DE BLANCO

El periodista repite en varias ocasiones la palabra pacífico, y está convencido de que movimientos como las Damas de Blanco, en el que participa su mujer, Blanca Reyes, son los que representan el tipo de lucha por la que aboga en contra del régimen castrista. "Son lo más importante que está pasando en estos momentos en Cuba porque al Gobierno le está resultando muy difícil reprimirlas", subraya.

Tras recordar que es un movimiento no politizado que lucha por la libertad de sus familiares, se muestra cauteloso porque saben que el Gobierno está buscando "fórmulas para entrar y acabar" con ellas. "Es el grupo más emblemático dentro de la oposición en la isla. Tienen mucha fuerza y son un símbolo de la más pura resistencia pacífica", añade Rivero, quien aprovecha para agradecer el apoyo internacional.

En este punto, al ser consultado por el papel que puede jugar España en la democratización de Cuba, el periodista también lo tiene claro. "España es un gran ejemplo de por donde tienen que ir las cosas, por su propia historia", indica Rivero para acto seguido hacer un breve repaso a la transición que se logró en nuestro país tras la muerte de Franco.

Cuando se le pide que valore la polémica entre el PSOE y el PP por la política que se debe adoptar para lograr ese objetivo, considera que hace falta una combinación de las dos corrientes. Por un lado dice que es "fatal" romper relaciones con el régimen para los cubanos en general, y para los presos en particular, y por otro también cree "erróneo e iluso" esperar un "gesto gentil" de Fidel Castro.

"A SOLAS CON EL ENEMIGO"

"Hay que mantener los contactos y no cerrar las embajadas, sobre todo las europeas, porque son una ventana abierta para la oposición pacífica, para saber por donde va el Gobierno. Cerrarlas sería fatal, porque yo estoy convencido de que las cosas irían peor para los opositores que están ahora en Cuba, porque sería dejarlos a solas con el enemigo", insiste.

Por otro lado, al pedirle un balance de su estancia en España, país al que llegó hace un año tras ser liberado por La Habana, asegura que es muy positivo y, aunque técnicamente sabe que es un extranjero, no lo siente así. "Me siento muy bien, sin nostalgias de Cuba, porque después de los 15 últimos años tan malos que pasé ahora estoy en un periodo de descanso. He redescubierto la vida", añade.

Sin embargo, también es tajante al mostrar su seguridad y certeza de que en el momento en que se empiecen a producir cambios en Cuba volverá a la isla. "Me siento con el deber de volver", afirma Rivero, quien aclara que no le mueven intereses políticos y que su intención es "montar una empresa periodística".

En este punto, explica que no tiene contactos oficiales con el Gobierno español, aunque reconoce sí mantiene una buena relación con personas, "que son amigos", tanto en el Gobierno y en el PSOE como en el Partido Popular y en la Fundación para el Análisis de los Estudios Sociales (FAES), presidida por el ex presidente del Gobierno José María Aznar, y otras instituciones.

NEUTRAL Y EQUIDISTANTE

"Estoy en una posición absolutamente neutral y equidistante por un asunto de respeto. Yo no puedo venir de otro país a tomar partido de lo que está pasando en España. Primero porque tengo mucho respeto por España porque, entre otras cosas, yo estoy en libertad gracias a España", recuerda.

Fruto de esa ansiada libertad es 'Vidas y Oficios: los poemas de la cárcel', de la editorial Península. Rivero asegura que escribir esos poemas le sirvió para "fugarse" cada noche de los rigores de las prisiones cubanas y que su objetivo al publicarlos ahora es obtener su lugar en el panorama de la poesía en español. Pero sobre todo, hacer un homenaje a los que todavía están presos.

De hecho, el poeta siempre tiene palabras para sus compañeros y amigos que siguen en prisión, con los que asegura haber adquirido un compromiso moral hasta que salga el último de ellos y a los que nunca abandonará, tras insistir en que la situación en Cuba ha empeorado en los últimos años tanto para los presos como para sus familiares, que sufren actos de repudio montados por el Gobierno.

Esos actos de repudio son "similares" a los que vivió el pasado lunes en la Universidad de Sevilla. Rivero ratifica que hubo gente vinculada al Consulado detrás del boicot. Por último, se refiere a las polémicas declaraciones del embajador cubano contra la presidente de la Comunidad de Madrid. "Los cubanos del régimen creen que pueden actuar como lo hacen en Cuba (...) pero demuestran la esencia avasalladora e intolerante del totalitarismo cubano", concluye.