Actualizado 28/08/2009 21:47

Cumbre Unasur atempera crisis por uso bases Colombia

Por Damián Wroclavsky

BARILOCHE, Argentina (Reuters/EP) - Presidentes sudamericanos debatían el viernes un acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos que desató una crisis regional, en una negociación que se inició tensa pero que fue aplacada por gestiones de Brasil, Chile y el país anfitrión, Argentina.

La decisión del país andino de permitir que Washington utilice siete bases en su territorio puso en pie de guerra al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien amenazó con romper relaciones y suspender todas las importaciones colombianas por considerar que su vecino está poniendo en peligro la seguridad nacional.

Colombia respondió denunciando a Caracas ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por inmiscuirse en sus asuntos internos, en una pelea que hizo reverdecer las grandes diferencias ideológicas que recorren Sudamérica.

Pero con el correr de las discusiones, televisadas en directo, las rispideces menguaron y el debate se encaminó hacia una fase de evaluación de garantías para evitar amenazas extraterritoriales en el Consejo de Defensa del bloque.

"Me preocupaba el grado de tensión y de beligerancia que se podía percibir (...) Me parece muy importante que estemos tratando de disminuir las tensiones que se han acumulado", dijo la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ex ministra de Defensa de su país.

La mandataria reconoció "legítimas preocupaciones", pero destacó la capacidad de discutir "en alto nivel, con moderación y vocación integracionista", en el marco de la cumbre de líderes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se realiza en la ciudad sureña de San Carlos de Bariloche.

El clima de sensibilidad que aún cruza la región se reflejó en la solicitud del presidente de Colombia, Alvaro Uribe, de que el debate se transmitiera abiertamente por los medios de comunicación, sin editar.

La petición fue aceptada, aunque posteriormente el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que esa transmisión limitaba el debate sincero de las divergencias, ya los mandatarios "hablaban para su público", midiendo sus expresiones.

Uribe previamente defendió su petición. "Acá estamos hablando no de un tema liviano de soberanía o de acuerdos jurídicos. Estamos hablando de un derecho fundamental de las sociedad colombiana de superar esta amenaza que tanta sangre ha producido en nuestro país", explicó.

Colombia es el aliado más cercano que tiene Estados Unidos en la región y sus políticas suelen ser blanco de los ataques retóricos de Venezuela, que encabeza una corriente radical socialista identificada con el antiimperialismo en la que también militan Bolivia y Ecuador.

EXPLICACIONES

El presidente colombiano viajó a Argentina con la consigna de explicar los alcances de una iniciativa que también causó escozor a la potencia regional, Brasil, aunque Lula da Silva garantizó que Colombia no sería arrinconada.

Antes de comenzar el debate, Lula se reunió con Chávez para intentar "moderar y equilibrar la posición venezolana. Fue una conversación más de la que días antes tuvieron entre ellos por teléfono. La charla fue distendida y tratando de bajar los decibeles", dijo un portavoz de la presidencia de Brasil.

En los días previos, el Palacio del Planalto había dicho que la presencia de militares foráneos era una preocupación y pidió detalles sobre el eventual uso de las bases colombianas.

Bogotá sostiene que la ampliación de su cooperación militar con Washington es un refuerzo del programa ya existente de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, un argumento que no conforma al mandatario venezolano.

Más moderado que en intervenciones recientes, Chávez mantuvo su posición de que el tratado entre Bogotá y Washington tiene otros objetivos que la lucha contra el narcotráfico.

"Es la estrategia global de los Estados Unidos. Esa es la razón de esto. Es la razón de que se estén instalando esas bases en Colombia", dijo Chávez. Antes de la cumbre, había exhortado a los mandatarios de Unasur a sumarse al rechazo.

"Sería un grave error pensar que la amenaza es sólo contra Venezuela; va dirigida a todos los países del sur del continente", dijo en una misiva publicada por el diario argentino Página 12.

En la reunión, el presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó a rechazar esa presencia; pero el mandatario de Perú, Alan García, recordó el daño causado por el narcotráfico y la guerrilla a Colombia.

El estallido de la crisis también es una prueba para los incipientes esfuerzos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por mejorar la relación con América Latina, que históricamente estuvo marcada por la desconfianza.