SANTO DOMINGO, 16 May. (Reuters/Notimérica) -
El presidente de República Dominicana, Danilo Medina, está encaminado a una cómoda reelección este lunes gracias a la pujanza de la economía y proyectos sociales, y pese a una pobreza persistente, inseguridad y acusaciones de corrupción.
Un recuento a mano del 55 por ciento de los centros de votación del país caribeño mostraba que la coalición de Medina ganaba con el 62 por ciento de los votos, un margen que si se mantiene sería suficiente para evitar una segunda vuelta en junio.
Su rival más cercano, el empresario Luis Abinader, tenía el 35 por ciento de los votos en los resultados parciales, una señal de que los dominicanos no están dispuestos a abandonar a Medina por unas promesas no probadas de mayor gasto social y lucha contra el crimen.
Los seis candidatos restantes combinados tenían aproximadamente el 3 por ciento de los sufragios, incluyendo a las dos primeras mujeres que postulan a la presidencia de República Dominicana.
Pese a que Medina aún no ha declarado su victoria y su rival no ha reconocido su derrota, una caravana de sus partidarios celebró en la capital el domingo por la noche, haciendo sonar música de reguetón a todo volumen.
La elección se vio empañada por un tiroteo en una estación de votación, largas filas y quejas de los partidos pequeños sobre el método de recuento a mano. Los resultados finales se esperaban para más tarde el lunes.
Medina, un economista de centro izquierda, ha sido muy popular durante buena parte de su período de cuatro años al mando del país de 10,4 millones de habitantes. Las reglas electorales fueron modificadas para permitirle postular a un segundo mandato consecutivo.
"No estaré satisfecho hasta que el progreso alcance a todos, cuando el crecimiento signifique una mesa llena de comida para todos", dijo Medina, de 64 años, en un acto de cierre de su campaña el jueves.
El Partido de la Liberación Dominicana de Medina ha estado en el poder desde el 2004.
La campaña de Abinader llamó al cambio y se enfocó en acusaciones de corrupción vinculadas a una planta de energía entregada en concesión al conglomerado brasileño de ingeniería Grupo Odebrecht.
El jefe de campaña de Medina, João Santana, volvió a Brasil en febrero para enfrentar cargos de que Odebrecht le habría pagado fondos desviados desde la petrolera brasileña Petrobras en cuentas "offshore" para financiar la campaña electoral 2014 de la suspendida presidenta Dilma Rousseff.
Medina aún no ha comentado sobre el escándalo de Petrobras, pero admitió que el estratega político brasileño es su principal asesor. Santana ha calificado las acusaciones en su contra como infundadas.