Actualizado 19/09/2016 11:43

El debate sobre la Jurisdicción Universal llegó a la ONU

Fundación Baltasar Garzón
FIBGAR

Por Manuel Miguel Vergara Céspedes, director del Departamento Legal de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR)

   SAN JOSÉ, 19 Sep. (Notimérica) -

   Miles de voces de las madres y abuelas de Plaza de Mayo, de las victimas chilenas, guatemaltecas, colombianas y también camboyanas, sudafricanas, sirias, españolas, chadianas..., las de todas aquellas que reclaman verdad, memoria, justicia, reparación y garantías de no repetición, parecían acudir a mí el 14 de septiembre en la sede de Naciones Unidas. Allí, la Fundación Internacional Baltasar Garzón junto con la Misión Permanente de Costa Rica había organizado un evento: 'La jurisdicción universal: de Núremberg a nuestros días'. El debate sobre un instrumento primordial para la lucha contra la impunidad llegaba así a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

   Costa Rica preside, a través de la diplomática Gina Guillén, el Grupo de Trabajo de Jurisdicción Universal de Naciones Unidas. Su postura se encuentra entre las más progresistas y aperturistas. Gracias a su trabajo y colaboración y al del Auschwitz Institute, la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR) dio un paso más en la promoción y desarrollo de la Jurisdicción Universal.

   La sala se veía abarrotada de personas de diversos países, expertos y diplomáticos. Recordaba al escenario del Teatro Cervantes de Buenos Aires, donde hace un año se presentaban los nuevos Principios de Jurisdicción Universal. En este foro de Naciones Unidas se reunían ahora el presidente de FIBGAR, Baltasar Garzón el juez que ordenó la detención de Augusto Pinochet; Benjamin Ferencz, último fiscal de Nuremberg; Demba Kandji, el magistrado senegalés autor de la orden de arresto del dictador de Chad, Hissène Habrè; la fiscal antiterrorista española Dolores Delgado, quien acusó a los represores argentinos Scilingo y Cavallo y, como anfitriones, el embajador de Costa Rica Juan Carlos Mendoza y Gina Guillén.

   La Jurisdicción Universal es un instrumento para la lucha contra la impunidad que permite a cualquier juez del mundo investigar y, en su caso, enjuiciar graves crímenes internacionales cometidos fuera de su territorio y sin ninguna conexión entre el delito y el juzgado que lo persigue. Sólo un vínculo es necesario: que el delito sea tan horrendo que avergüence y ataque a la humanidad en su conjunto.

   Escuchamos la voz de los operadores del derecho y a través de ellos de las víctimas; se habló de casos concretos; de la cooperación entre jueces y fiscales; de las ventajas reales de la Jurisdicción Universal, de la protección y de la seguridad que los diferentes sistemas de derecho pueden ofrecer cuando se aúnan las sinergias y se eliminan o superan las diferencias.

   Baltasar Garzón resaltó que la Jurisdicción Universal ha sido el resultado de siglos de desarrollo doctrinal y jurídico en el plano internacional, desde la admisión de la piratería como delito de persecución universal hasta nuestros días. Garzón no se rinde ni se detiene y reiteró la necesidad de incluir los delitos económicos y medioambientales como ya vienen recogidos en los Principios de Madrid-Buenos Aires. Ese es el nuevo y definitivo desafío.

   El juez Kandji dio detalles sobre el proceso a Hissène Habré. Dijo que gracias a la acción de Bélgica en aplicación de la Jurisdicción Universal, Senegal debió, pudo y finalmente juzgó al exdictador chadiano. También, que África necesita formar y capacitar a sus jueces y fiscales para poder aportar su grano de arena en la lucha contra la impunidad

   Para la fiscal Dolores Delgado se perfila un futuro en que el acervo probatorio y las medidas cautelares recolectados por distintos países garantizará la justicia y la verdadera reparación de las víctimas. Lo ilustraba con el caso Boko Haram, cuya investigación dirige en España desde que FIBGAR presentó la correspondiente denuncia en el año 2014.

   En mi turno de intervención explique que la Jurisdicción Universal tiene su futuro garantizado gracias a Senegal, a Sudáfrica, a Argentina y Chile. Sentía que allí, en Naciones Unidas el proyecto de FIBGAR y los principios de Madrid- Buenos Aires habían dado un paso más.