Actualizado 05/09/2016 10:16

La destitución de presidentes en Iberoamérica, una práctica recurrente

Dilma Rousseff, presidenta depuesta de Brasil
UESLEI MARCELINO/REUTERS

   BRASILIA, 2 Sep. (Notimérica) -

   La destitución de la Presidencia de Brasil de Dilma Rousseff este miércoles se suma a la lista de presidentes que han dejado el poder antes de finalizar su mandato, una práctica recurrente en algunas naciones de la región en democracia.

   El Senado brasileño, con 61 votos a favor y 20 en contra, tomó la decisión de destituir a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, al considerarla como culpable de "crímenes de responsabilidad", en el que presuntamente incurrió al ordenar un aumento del gasto público en plena campaña para su reelección en 2014, sin la necesaria autorización del Congreso. Aún así, Rousseff no ha sido la única mandataria destituida en la región.

   También en Brasil, en diciembre de 1992, cuando el Senado brasileño empezaba los procedimientos para destituir al presidente Fernando Collor de Mello por cargos de corrupción, el mismo presentó su renuncia. Hasta entonces, Collor además de ser el primer presidente después de la restauración de la democracia brasileña, fue el político más joven en asumir la Presidencia en la historia del país.

   En el caso de Centroamérica, dos países han recurrido a la destitución presidencial. Uno de ellos fue Honduras, cuando el 28 de junio de 2009 el Congreso apartó del poder al entonces presidente Manuel Zelaya por incurrir en "reiteradas violaciones" de la Constitución.

   Zelaya fue acusado por sus rivales políticos, incluso por su propio partido, de intentar cambiar la legislación con el objetivo de conseguir la reelección y perpetuarse en el poder. Zelaya fue arrestado de madrugada y expulsado en pijama hacia Costa Rica, tal y como recoge 'Notimex'.

   En el caso de Guatemala, el 1 de junio de 1993, el entonces presidente Jorge Serrano Elías huyó del país tras fracasar su 'autogolpe de Estado'. Un mes antes, Serrano Elías suspendió la Constitución, disolvió el Congreso y ordenó el arresto de los titulares del Organismo Judicial y de otras instituciones con el argumento de que "depuraba" a los corruptos y que no lo dejaban gobernar.

   El político no obtuvo el respaldo de los militares y ante la presión de los guatemaltecos, huyó de Guatemala, previo paso por El Salvador, antes de solicitar asilo definitivamente en Panamá. En tanto, Serrano Elías ha logrado evadir a la justicia de su país que lo acusa de fraude, malversación, usurpación de funciones, apropiación y retención indebida, así como abandono del cargo, abuso de autoridad y violación de la Constitución.

   También en Guatemala, el que fue presidente del país, Otto Pérez Molina, que inició su mandato en 2012 y debería concluir cuatro años más tarde, renunció en 2015 cuando ingresó a prisión provisional por tres delitos relacionados con prácticas de corrupción.

   Junto a Pérez Molina, que fue el mandatario que firmó la paz con la guerrilla después de 36 años de conflicto armado interno, dimitió la vicepresidenta Roxana Baldetti, la primera mujer en ocupar el alto cargo y detenida por el mismo caso de corrupción. Ambos fueron apartados oficialmente por el Congreso después de una serie de manifestaciones masivas.

   A raíz de una investigación del ministerio Público de Guatemala y de la dependencia de la Organización de las Naciones Unidas que colabora en el país contra el crimen organizado, se confirmó que el presidente y la vicepresidenta encabezaban una estructura criminal desde la propia autoridad recaudadora de impuestos, y la cual estaba dedicada al contrabando y fraude fiscal.

   En Venezuela, en agosto de 1993, el Congreso destituyó al entonces presidente Carlos Andrés Pérez por malversación de fondos. Durante su primer mandato, el país fue conocido con el apodo 'Venezuela Saudita' debido al flujo de petrodólares que ingresaron por la exportación del petróleo venezolano como consecuencia del embargo árabe de crudo, según el diario 'Univisión'.

Hugo Chávez, que gobernó Venezuela desde 1999 hasta su muerte en 2013, fue derrocado brevemente por un golpe cívico-militar por la oposición venezolana el 12 de abril de 2002. No obstante, en la madruga del 13 de abril, las fuerzas militares venezolanas lograron reponerlo en el poder.

   En febrero de 1997, el Congreso Nacional de Ecuador destituyó a Abdalá Bucaram por "incapacidad mental" y por su característica forma de gobernar, ya que incluía conciertos y bailes en los actos. Además, sumado a las acusaciones de malversación de fondos que pesaban en su contra, provocó manifestaciones de descontento en la población, las cuales finalizaron con la decisión del Congreso Nacional.

   Jamil Mahuad, que gobernó en Ecuador desde 1998 hasta el año 2000, fue derrocado de la Presidencia por un golpe de Estado de carácter cívico-militar. Durante su mandato, se desató la crisis financiera de Ecuador de 1999, en la cual desaparecieron una docena de bancos ecuatorianos e instituciones del sistema financiero.

   En Argentina, Fernándo de la Rúa renunció a su cargo el 19 de diciembre de 2001 en medio de un grave crisis económica. Tras su dimisión le sucedió en la presidencia de forma interina el que era presidente del Senado, Ramón Puerta y los peronistas Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Camaño.

El presidente paraguayo, Raúl Cabas renunció al mandato el 28 de marzo de 1998 después de meses de conflicto abierto entre los poderes legislativo y judicial a raíz de su decisión de liberar y rehabilitar al general golpista Lino Oviedo.

   Cubas anunció su decisión antes de declarar en un juicio político en el Congreso de Paraguay. Una semana antes de renunciar a la presidencia, se produjo el asesinato de su vicepresidente, Luis María Argaña.

   En junio de 2012, se produjo otra destitución en Paraguay. El entonces presidente Fernando Lugo fue apartado del poder "por mal desempeño de sus funciones", calificado por el Gobierno de izquierdas como un golpe de Estado.

   En Perú, después de diez años en el poder y tras protestas en el Parlamento del país por parte de los ciudadanos, el presidente Alberto Fujimori renunció al cargo vía fax desde Japón el 19 de noviembre del año 2000. Actualmente, se encuentra cumpliendo condena de 23 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y delitos de corrupción.

   En el caso de Bolivia, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada abandonó el país el 17 de octubre de 2003 en medio de las protestas contra su gobierno. La razón de las manifestaciones fue la profunda crisis económica que afectaba principalmente a los trabajadores urbanos y a la población rural del país y que terminaron pidiendo la renuncia del presidente.

   Dos años más tarde, también en Bolivia, el mandatario Carlos Diego Mesa Gisbert, que trabajaba como presentador, renunció a raíz de las protestas de los sindicatos. Aunque el Congreso rechazó su renuncia, posteriormente la ratificó en un pacto nacional con la mayoría de los grupos parlamentarios.

   En total fueron 14 presidentes destituidos en América Latina desde 1991, a la que ahora se suma la ya exmandataria Dilma Rousseff. 

   Aunque no la inhabilitaron de la vida pública, por lo que puede ostentar cargos públicos y presentarse a futuras elecciones, varios partidos brasileños solicitarán la anulación de la segunda parte del 'impeachment', que es la que establece la inhabilitación.