Actualizado 24/11/2017 08:21

El día que Fidel Castro ordenó fusilar a su hermano Raúl

Fidel y Raúl
GETTY/REUTERS

   MADRID, 24 Nov. (Notimérica) -

   Corría el año 1958 en el frío invierno de Sierra Maestra, en el oriente cubano, donde se encontraba instalada la guerrilla cubana que pretendía derrocar al régimen del dictador Fulgencio Batista.

   De repente, en el silencio estremecedor de la noche se escucharon unos gritos que despertaron al batallón. "¡En cuanto llegue lo fusilo! ¡Me importa un carajo que sea mi hermano! ¡Lo fusilo!". La voz enfurecida pertenece al joven revolucionario y principal líder de los insurgentes, Fidel Castro, y el objetivo de su ira era su hermano menor, Raúl, actual presidente cubano, de 85 años.

   "Celia Sánchez (una guerrillera muy cercana a Fidel) intentó calmarlo diciéndole que no era posible que un hermano fusilase a otro por mucha culpa que tuviese", asegura el periodista español Enrique Meneses en su libro 'Fidel Castro, Patria y Muerte'.

   ¿Cuál fue el motivo del enfado de Fidel Castro? Muy simple, el enfurecimiento del líder guerrillero se produjo después de que Raúl Castro y Ernesto 'Che' Guevara se intercambiaran correspondencia sobre la teoría marxista desde las columnas guerrilleras en las que combatía cada uno de ellos. El problema vino cuando una de estas cartas fue interceptada por el Ejército de Batista y filtró el objetivo de los insurgentes de instaurar un régimen comunista en la isla.

   Tras una discusión terrible entre los hermanos Castro, Fidel convenció a su hermano Raúl, para que interrumpiese los intercambios epistolares gritándole: "¡Odio tanto el imperialismo yanki como el soviético! ¡No estoy rompiéndome los cuernos luchando contra una dictadura para caer en otra!", relata Meneses.

   Como parte del libro, el veterano reportero deja claro "lo que en realidad fue siempre Fidel". "Su egocentrismo, su sentido mesiánico, su afán de publicidad lo convierten en un monologuista que rehúsa toda clase de diálogo, todo tipo de crítica, por constructiva que sea", indica Meneses.

   El 1 de enero de 1959 las fuerzas del Ejército Rebelde encabezadas por Fidel Castro ingresaron victoriosas en Santiago de Cuba declarándola capital provisional de Cuba, proclamando al magistrado Manuel Urrutia Lleó como presidente de la nación y derrocando al dictador Batista, que huyó hacia Estados Unidos, dando inicio a la única revolución triunfante en América Latina que terminó con la expropiación y los privilegios de la burguesía y los terratenientes.