Actualizado 26/02/2015 19:29

Diálogo de paz con las FARC evitó a Colombia unas 5.000 víctimas en 2014

Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC ) negociador Joaquín Gómez
Foto: STRINGER . / REUTERS

BOGOTÁ, 26 Feb. (Reuters/Notimérica) -  

   El diálogo de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC evitó que unas 5.000 personas murieran o resultaran heridas en 2014 por la disminución de hechos vinculados con la confrontación, abriendo la esperanza para que el país silencie definitivamente los fusiles, según reveló este miércoles un informe.

   El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos mantiene desde hace más de dos años una negociación de paz en Cuba con las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dirigida a poner fin al conflicto armado que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados en más de medio siglo.

   Las conversaciones han avanzado en medio de la confrontación ante la negativa del Gobierno de pactar un cese bilateral del fuego, pese a que las FARC declararon una tregua unilateral e indefinida desde el pasado 20 de diciembre.

   "Por primera vez se registra una baja de la actividad armada. Nos hemos evitado cerca de 5.000 muertos o heridos entre combatientes y civiles por efecto de esta negociación", dijo León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación, en la presentación del informe 'Lo que hemos ganado'.

   "Eso es un adelanto, un primer sorbo de paz, una muestra de lo que podemos alcanzar si se logra la paz", agregó al explicar que las estadísticas muestran que por cada combatiente muerto o herido se lesiona de la misma forma a cuatro civiles.

   De acuerdo con el informe, las acciones ofensivas de las FARC durante el 2014 bajaron un 40 por ciento y el desplazamiento se redujo en un 57 por ciento a 97.453 personas forzadas a salir de sus tierras desde 228.526 en el 2013.

   Además de la cantidad de muertos y heridos en combates y ataques, bajaron los secuestros por parte de las FARC, aunque aumentaron las extorsiones y la voladura de oleoductos.

RESULTADOS DE LA TREGUA

   El informe atribuyó la reducción de la intensidad del conflicto a la tregua unilateral de 56 días que declararon las FARC para las elecciones legislativas y presidenciales, que permitió unos comicios sin violencia contra candidatos y electores.

   Aunque Santos ahora contempla la posibilidad de acordar un cese bilateral con las FARC antes de la firma de un acuerdo, en el pasado sostuvo que era peligroso hacerlo porque la guerrilla podría aprovecharlo para fortalecerse militarmente y prolongar indefinidamente la negociación.

   Pese al panorama favorable, el informe alertó sobre un incremento de las acciones ofensivas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo rebelde con el que el Gobierno mantiene conversaciones exploratorias para fijar las bases que permitan iniciar una negociación separada a la de las FARC.

   Valencia dijo que el ELN aumentó en el último año sus ataques, combates y secuestros, al tiempo que reapareció en territorios de los que había sido expulsado por la ofensiva militar del Gobierno, en una aparente estrategia para llegar fortalecido a una mesa de negociación.

   En los diálogos de Cuba, que han logrado más avances que todos los esfuerzos anteriores para la paz, las partes han llegado a acuerdos parciales para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, facilitar la transformación de la guerrilla en un partido político y combatir el narcotráfico.

   Todavía quedan pendientes complejos asuntos como la compensación a las víctimas y el fin del conflicto. Una vez que se alcance un acuerdo, los colombianos deben aprobarlo en una consulta o un referendo.

EL POSTCONFLICTO

   Según se menciona en el informe, las FARC, con intención de prepararse para el postconflicto, han ido modificando sus propios sistemas judiciales y político-sociales que aplican en las zonas rurales, donde la ausencia del Estado ha permitido que estas estructuras sean las dominantes para los campesinos.

   Un ejemplo de esto es que los nuevos reclutas en 2014 han pasado a vivir en casa con sus familias la mitad del año y la otra mitad recibiendo entrenamiento militar. Según el estudio, "las FARC se preparan para el postconflicto y para todas las estructuras de las FARC es claro que el proceso de paz se va a firmar" aunque "esto no quiere decir que no existan miedos y desconfianzas".

   Sin embargo, el posible escenario del postconflicto no sería sencillo, ya que la violencia no se ha desarrollado homogéneamente en el territorio, y los factores estructurales y momentos que influyen en la violencia no son similares en la geografía nacional.

   Por este motivo, y por las economías de subsistencia diferentes que ha creado la guerra --cultivos de coca, minería ilegal, redes de extorsión-- si en una situación de postconflicto no se controlan determinados territorios podrían desarrollarse nuevas olas de violencia.

   "Por ello es necesario que el Estado responda rápidamente y construya lazos de confianza que permita integrar la población de estos territorios a la vida nacional", concluye el informe.