Actualizado 05/06/2009 22:45

Un disidente sacude la carrera presidencial en Chile

Por Simon Gardner

SANTIAGO (Reuters/EP) - La aspiración de un disidente y ex productor de películas por el sillón presidencial en Chile ha animado la carrera y podría ayudar al candidato de la centroizquierda a derrotar al postulante de la oposición de derecha que lidera las encuestas.

Marco Enríquez-Ominami, de 35 años, experto en comunicación e hijo de un líder revolucionario izquierdista asesinado durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), pertenece a la coalición gobernante pero como independiente.

Aunque hasta ahora parece ser un candidato con pocas posibilidades de ganar de cara a las elecciones de diciembre, podría estar listo para forzar a una segunda vuelta. Eso complicaría al favorito, el político opositor y millonario empresario Sebastián Piñera, y favorecería a la Concertación, en el poder desde hace casi dos décadas.

El candidato oficialista, que lucha entre las encuestas, es el ex presidente Eduardo Frei.

"Enríquez-Ominami hace casi imposible para Piñera o cualquier otro ganar las elecciones en primera vuelta", dijo a Reuters Patricio Navia, analista político de la Universidad de Nueva York y de la chilena Universidad Diego Portales.

"Piñera necesita ganar en primera vuelta, si no lo hace, no va a ganar (...) Irónicamente, forzando una segunda vuelta, Ominami va a ayudar a la Concertación a ganar una quinta elección presidencial consecutiva", agregó.

Si ningún candidato logra el 50 por ciento más uno de los votos en diciembre, se realizará una segunda vuelta el 10 de enero con los dos postulantes que obtuvieron las mayores preferencias. En esa instancia, el que obtenga más votos gana.

DESAFIO A PIÑERA

Desde un inicio las encuestas han colocado a Piñera, quien perdió en el 2005 en segunda vuelta ante la actual presidenta Michelle Bachelet, como el candidato que puede sacar a la Concertación del palacio presidencial de La Moneda.

El apoyo a Piñera se ha estancado en alrededor de un 40 por ciento, de acuerdo a un sondeo publicado en mayo. El respaldo a la derecha ha tenido históricamente un techo cercano a ese nivel, así es que en un escenario de segunda vuelta, Frei parece mejor posicionado para ganar y es más probable que capte los votos de quienes apoyen a Enríquez-Ominami.

Un sondeo en mayo le dio sólo un 1 por ciento a Enríquez-Ominami, cuyo sitio en internet tiene vínculos a Facebook y Twitter, además de recibir donaciones en línea al estilo Barack Obama. Otra encuesta le asignó un 26 por ciento, mientras analistas estiman que el nivel "real" se encuentra entre esas cifras.

Tanto Piñera como Frei han expresado su rechazo a ciertas ideas liberales planteadas por Enríquez-Ominami, como legalizar la marihuana, algo catalogado por Piñera como una "locura".

ESTILO IRREVERENTE

Con un estilo irreverente y beligerante, Enríquez-Ominami ha emergido en la escena criticando a ambos candidatos principales, e incluso posó para la revista Rolling Stone como un boxeador.

"Hemos sido secuestrados por dirigentes partidarios que han dejado de creer en estos cambios que ellos mismos proponen", dijo Enríquez-Ominami a Reuters, colocándose a él mismo como la opción de un cambio generacional en la política chilena.

Su posición sobre los derechos de las parejas homosexuales obligó a Piñera y Frei a abordar el tema en los últimos días, y con su juventud parece arrancarle el aura de cambio a Piñera.

Enríquez-Ominami aún apuesta por obtener las 36.000 firmas necesarias para inscribir formalmente su candidatura. Al atraer a algunos votantes desencantados con la coalición gobernante, podría matar las aspiraciones de Frei también.

Algunos observadores creen que Frei, quien ha manifestado que continuará con las políticas sociales de Bachelet, corre el riesgo incluso de salir de la carrera presidencial si no mejora en las próximas encuestas.

Bachelet no puede presentarse a una reelección, mientras que el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, el más popular dentro del gabinete debido a su prudente manejo de la economía en medio de la crisis global, debió salir a desmentir especulaciones sobre que podría transformarse en candidato.