Actualizado 11/09/2010 22:32

Disturbios en el 37 aniversario del golpe de Estado de Pinochet


SANTIAGO, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

Unas 10.000 personas han salido a las calles de Santiago de Chile para condenar el golpe de Estado del general Augusto Pinochet contra el gobierno democrático de Salvador Allende, ocurrido este 11 de septiembre hace hoy exactamente 37 años. La manifestación estaba convocada por el Partido Comunista de Chile y varios grupos de defensa de los Derechos Humanos.

La marcha desembocó en incidentes y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad a las afueras del Cementerio Metropolitano, donde se celebró un acto en homenaje a Allende.

Grupos de encapuchados destruyeron mobiliario urbano y quemaron una bandera chilena. También fueron atacados los equipos de prensa desplegados para cubrir la protesta. El cuerpo de Carabineros, por su parte, intervino con furgonetas con cañón de agua y gases lacrimógenos.

Los organizadores del evento hicieron un llamamiento desde el escenario a mantener la calma y no empañar la actividad, que esperaban "familiar, pacífica y muy masiva".

"Carabineros trató de dialogar para que la tranquilidad se mantuviera regular y normal, sin embargo, personas no respetaron la propiedad pública ni las personas, por lo tanto Carabineros se vio en la obligación de proceder, hay detenidos, no tenemos la cifra oficial. Hay anárquicos y delincuentes que no respetan a las personas, la propiedad pública", explicó el coronel Víctor Arroyo, prefecto de la zona norte de la capital chilena.

"PREVISIBLE PERO EVITABLE"

Mientras, el presidente chileno, Sebastián Piñera, hizo un llamamiento a terminar con las "divisiones del pasado" y trabajar para construir un futuro de unidad nacional.

"Tres de cada cuatro chilenos que hoy día viven en nuestro país eran menores de edad o ni siquiera habían nacido el 11 de septiembre de 1973 y, por tanto, no podemos quedarnos atrapados en las mismas querellas y visiones y odios del pasado, eso no es la tarea de nuestra generación: la generación del Bicentenario", afirmó Piñera en un acto celebrado en la ciudad de Antofagasta.

Así, calificó el golpe de Estado de Pinochet de "desenlace previsible", pero "evitable". "Se quebró nuestra democracia, pero no fue una muerte súbita ni intempestiva, fue más bien el desenlace previsible, aunque definitivamente evitable, de una democracia que venía enferma, enferma de odiosidad, de polarización extrema, de falta de diálogo", dijo.

Piñera destacó que "a partir del año 1988 se inició en nuestro país la transición del gobierno militar a un gobierno democrático y esa transición la hicimos entre todos y la hicimos bien y muchos la califican como ejemplar".