Actualizado 10/07/2009 22:08

Dividida Honduras negocia sin acuerdo en la mira

Por Enrique Andrés Pretel

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - Las posibilidades de una salida negociada a la crisis política en Honduras por el golpe de Estado parecían el viernes reducirse, con las conversaciones entre delegados del mandatario derrocado y el Gobierno interino aparentemente estancadas.

Una delegación del despuesto Manuel Zelaya y otra del presidente interino, Roberto Micheletti, estaban reunidas el viernes en San José para tratar de acercar posiciones, luego de que la comunidad internacional condenara el golpe de Estado de hace casi dos semanas y reclamara la restitución de Zelaya.

Pero, con el Gobierno interino negándose a permitir la vuelta de Zelaya por presuntamente haber violado la ley con su intento de buscar un camino para habilitar su reelección, desde el inicio parecieron pocas las chances de una salida negociada a la peor crisis política en América Central en dos décadas.

El aliado más importante de Zelaya, el presidente venezolano Hugo Chávez, criticó las negociaciones. "Creo que esto está muerto", dijo Chávez en una rueda de prensa en Caracas con corresponsales extranjeros, opinando que fue un error por parte de Estados Unidos apoyar las conversaciones.

El jueves, en el primer día de contactos, Micheletti dejó San José sin ver a Zelaya tras reunirse con el mandatario costarricense y mediador en el conflicto, Oscar Arias.

Arias intentó reunirlos a los dos, pero tras la negativa de los políticos, reconoció que se necesitará tiempo para forjar un eventual acuerdo por la intransigencia de las posturas.

"Hay una indisposición o falta de voluntad para hacer las cosas. No creo que esta vez vayamos a ver humo blanco", dijo por su lado el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, a una radio chilena.

Zelaya fue expulsado de su país a punta de rifle por militares el 28 de junio, cuando planeaba realizar una consulta popular sobre una eventual reforma constitucional para permitir la reelección presidencial, un intento que desafió una prohibición judicial y la oposición de muchos hondureños.

El punto controvertido de las negociaciones calificadas de "primera fase" es la restitución de Zelaya y ambos bandos parecen aferrados a sus posturas.

"¿Quién va a ganar en esta batalla? Pues yo. Espero (...) que impere la razón sobre la fuerza, que impere la paz sobre la violencia", dijo Zelaya a periodistas durante una visita a República Dominicana.

"Todo lo que está haciendo este régimen de facto es nulo, constituye delito y el pueblo está en su legítimo derecho, es legal el derecho de protestar y de manifestarse pacíficamente, esto va a conllevar lógicamente a una restitución del cargo por métodos pacíficos", agregó.

VIVIR "CON MUCHA DIFICULTAD"

En tierra dominicana, Zelaya fue respaldado por el mandatario Leonel Fernández, que dijo espera una nueva resolución del Movimiento de Países No Alineados en respaldo al depuesto mandatario en una reunión la próxima semana en Egipto.

"Con el respaldo de todo el mundo no sabemos con qué se puede sostener un Gobierno de facto", dijo Fernández.

El Gobierno interino no está dispuesto a negociar la vuelta de Zelaya y el propio Micheletti dijo que la única manera de discutir el retorno del depuesto presidente es si se entrega a la Justicia, que tiene órdenes de arresto en su contra.

Pero, la presión internacional y económica sobre Honduras, uno de los países más pobres del continente americano y que sufre por la crisis global, podría ablandar las posiciones.

"Hoy debe haber posibilidades de abrirse más y de conversar sobre el fondo (de la cuestión)", dijo Rodrigo Arias, ministro de la presidencia de Costa Rica y hermano del presidente.

"Yo creo que va a tomar tiempo", agregó.

Se esperaba que la delegación de Micheletti volviera el viernes por la tarde a Honduras, según el funcionario.

Estados Unidos suspendió esta semana la cooperación financiera militar y amenazó con retirar hasta 180 millones de dólares de vital ayuda al desarrollo, lo que se unió a la decisión del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de detener nuevos créditos al país.

Desde Venezuela, Chávez también suspendió los envíos de petróleo al país, un exportador de textiles, café y banano.

"Vamos a tener que vivir un período (...) con mucha dificultad, lo vamos a tener que hacer", reconoció la ministra interina de Finanzas hondureña, Gabriela Núñez.

En una entrevista con Reuters, Núñez dijo que se estima que el impacto del cese de créditos de los organismos multilaterales está calculado en unos 200 millones de dólares para el 2009.