BUENOS AIRES, 26 May. (Reuters/EP) -
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, estuvo al frente de las celebraciones de conmemoración del bicentenario de la independencia del país, en las que también estuvieron presentes numerosos mandatarios latinoamericanos y que sacó a las calles a dos millones de ciudadanos, según estimaciones de los medios locales.
Fernández encabezó las multitudinarias celebraciones populares junto a los presidentes de Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela, quienes asistieron a coloridas presentaciones artísticas y espectáculos de luces y música que recordaban diversos episodios de la historia de Argentina.
"Hace apenas 27 años que tenemos una democracia continua en la República Argentina. Todos los argentinos pueden expresarse libremente (...) Le pese a quien le pese estamos mucho mejor que hace 100 años", afirmó Fernández en un discurso en Buenos Aires, donde se concentraron el grueso de las celebraciones.
Los festejos comenzaron el viernes con desfiles y conciertos en la céntrica avenida 9 de Julio, en Buenos Aires. Ese día también se produjo en la capital la reapertura del legendario Teatro Colón, que en su día llegó a ser uno de los escenarios más importantes del mundo.
DIVISIÓN POLÍTICA
La fiesta de reapertura del teatro Colón estuvo sin embargo empañada por la Ausencia de la presidenta, que boicoteó el acto por sus profundas diferencias políticas con uno de los asistentes, el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, que podría presentar su candidatura en las próximas elecciones presidenciales de 2011.
Según algunos analistas políticos locales, este desencuentro delata las profundas diferencias que separan a las diferentes facciones políticas argentinas, incapaces, aún en actos solemnes como este, de dar una apariencia de unidad.
Por su parte, el vicepresidente argentino Julio Cobos, también seriamente enfrentado con Fernández y que pese a su cargo actúa como un miembro más de la oposición al Ejecutivo, afirmó en referencia a la no asistencia de la presidenta al teatro Colón que al Gobierno "le falta madurar".