Por Paul Tait
KABUL (Reuters/EP) - Dos soldados estadounidenses murieron cuando el mes más mortífero para las fuerzas extranjeras se acercaba a su fin, dijo el viernes el Ejército, con comandantes prometiendo continuar la lucha pese a la cantidad de muertos.
Las muertes en el sur de Afganistán llevaron a 41 el número de soldados estadounidenses que murieron en julio, lejos la mayor cantidad de bajas en la guerra durante ocho años. Hasta este momento, el peor mes para las fuerzas de Estados Unidos fue septiembre de 2008, cuando 26 soldados murieron.
Las más recientes muertes ocurrieron durante un enfrentamiento armado con insurgentes en el sur de Afganistán el jueves, dijo el Ejército de Estados Unidos, sin dar más detalles. Al menos 71 soldados extranjeros han muerto en julio.
Gran Bretaña ha sufrido su peor número de bajas en el campo de batalla desde la Guerra de las Malvinas en la década de 1980, con los 22 soldados que murieron durante el mes llevando su cifra de muertos total en Afganistán a 191, 12 más que en la guerra de Irak.
Las muertes aumentaron luego de que las tropas estadounidenses y británicas lanzaron grandes operaciones este mes en la provincia sureña de Helmand, un bastión talibán y centro de la producción de opio de Afganistán.
"Entendimos que el regreso de la seguridad a estas áreas no sería alcanzado sin sacrificios", dijo a Reuters el contraalmirante Greg Smith, portavoz jefe de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán.
"Para algunos el precio de eso es alto", añadió.
Las operaciones de Helmand son las primeras bajo la nueva estrategia regional del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para derrotar a los talibanes y a sus aliados militantes islamistas y estabilizar Afganistán. Se dan antes de unas cruciales elecciones presidenciales el 20 de agosto.
La violencia ha escalado a lo largo de Afganistán desde que las operaciones fueron lanzadas.