Ratifica su intención de llevar adelante la iniciativa medioambiental Yasuní ITT pese a las polémicas
QUITO, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció este jueves que la oposición está preparando un atentado en su contra, como parte de los planes que intentan desarrollar para desestabilizar a su Gobierno ante los cambios políticos y sociales que se han llevado a cabo en esa nación en los últimos años.
"Tenemos información al respecto. Quieren vencernos tratando de atentar y de agredir físicamente al presidente de la República. Yo no temo, pero hay que estar muy atentos", aseguró Correa al hacer un llamamiento a las Fuerzas Armadas.
Correa dijo que se trata de una estrategia de la oposición que está tratando de "vencernos creando conflictos y desestabilizándonos" ante los fracasos que han sufrido en los últimos comicios celebrados en Ecuador.
Estos planes desestabilizadores, explicó Correa, buscan echar por tierra los avances que ha tenido el Gobierno actual que ha logrado cambiar las relaciones de poder del país que ahora está en manos del pueblo que trabaja en función de las grandes mayorías.
PROYECTO YASUNÍ
Correa también se refirió la iniciativa Yasuní ITT y aclaró que no desistirá de este proyecto medioambiental a pesar de las fuertes polémicas que han surgido estos últimos días que conllevaron a la renuncia del ministro de Exteriores, Fander Falconí.
Ecuador continuarán con esta iniciativa pero "sin claudicar la soberanía y dignidad del país", aclaró el mandatario. "Seguiré tratando que tenga éxito la iniciativa Yasuní-ITT, que fue elaborada directamente por la Presidencia", acotó.
De esta manera, Correa intentó disipar los rumores que surgieron tras la dimisión de Falconí que hablaban de una supuesta presión de las empresas privadas para que explote el nutrido campo petrolero y desista de la idea de preservarlo.
"Nosotros solo recibimos presiones del pueblo ecuatorianos", insistió, al destacar que, en caso de que decidan explotar el crudo de esa rica zona petrolera, lo haría a través de la estatal Petroamazonas y no mediante compañías privadas.
Con la Iniciativa Yasuní ITT, anunciada por Correa en 2007, el Gobierno busca una compensación internacional para no explotar 846 millones de barriles de crudo de bloque Ishpingo-Tambococha-Tiputini, ubicado cerca del Parque Nacional Yasuní.
Lamentó que la negociación haya sido conducida por un "ecologismo infantil que ha llevado a poner condiciones inadmisibles para el país. Nosotros no vamos a responder a dogmatismos, infantilismo ni fundamentalismos", agregó.
El sábado pasado, en su programa radial Enlace Ciudadano, Correa dijo que la negociación de ese proyecto ambiental era "vergonzosa" y advirtió que la manera cómo se desarrollaba "atentaba contra la soberanía" de Ecuador, lo que provocó la renuncia inmediata de dos importantes directivos de ese proyecto.
Falconí, junto a los otros delegados del Gobierno, buscaba con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrolllo (PNUD) formar el fondo económico que compensaría los recursos que dejaría de percibir Ecuador por no explotar el campo petrolero Ihspingo-Tambococha-Tiputini, una de las principales reservas de crudo de esa nación.
Tras las declaraciones de Correa, el presidente del Consejo Administrativo y Directivo de la Iniciativa Yasuní-ITT, Roque Sevilla, decidió presentar el pasado domingo su renuncia, seguido de Yolanda Kakakbase, miembro del equipo negociador del proyecto.
"Duele enfrentarse cada día con una nueva infamia, deslealtades de amigos, o de personas que considerábamos amigos", lamentó Correa al referirse a estas dimisiones.
Pese a esta situación, el mandatario reiteró su deseo de que "esta iniciativa tenga éxito" y volvió a dejar claro que en esta negociación "no van a mandar ni potencias extranjeras, ni transnacionales, pero tampoco burocracias, ni fundaciones internacionales, que quieren imponer a los pobres lo que nunca pudieron imponer en sus países".