Actualizado 28/01/2010 22:00

Ecuador.- Correa pide disculpas al ecuatoriano que fue reducido violentamente por la Policía tras insultar al presidente


QUITO, 28 Ene. (Reuters/EP) -

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se disculpó este jueves con Carlos Julio Solano que fue reducido de forma violenta por la Policía el pasado martes después de insultar y dirigir un gesto obsceno al mandatario a su salida de una entrevista en la ciudad de Machala, en el sur del país.

El mandatario pidió perdón al ecuatoriano de 40 años por la desproporcionada acción de las fuerzas de seguridad que, tal y como publicaron los medios locales en sus portadas, redujeron a Solano presionando su cabeza contra el capó del coche policial, en medio de las protestas de sus familiares. "Personalmente, en nombre del presidente, del Estado quiero expresar mi sincera disculpa a Julio Solano, a su familia por el maltrato que ha sido objeto", dijo Correa.

"Es falso que el presidente haya ordenado que lo detengan. A ningún ciudadano, por cualquier delito que haya cometido, se le puede tratar de esa manera, me siento abochornado que eso suceda en nuestro Gobierno", aclaró el líder ecuatoriano al tiempo que aseguró que los agentes que realizaron la detención serán sancionados por su uso desmedido de la fuerza e insistió en que dicha actuación es un "error del Estado".

Por su parte, la Policía argumentó que su comportamiento trataba de evitar que el ejemplo de Solano cundiera entre los allí presentes. "Cometió los gestos e insultos, y también trataba de instigar a las personas que se encontraban en el lugar", informaron medios locales.

Esta es la quinta ocasión en que el mandatario increpa a ecuatorianos que realizan gestos o muestran carteles cuestionando su gestión en actos oficiales o al paso de una caravana presidencial.

A ellos se suma el caso de una veintena de funcionarios del sector eléctrico, que fueron despedidos a finales de noviembre después de insultar al mandatario durante una visita al puerto de Guayaquil (suroeste), después de la celebración de una huelga. No obstante, Correa negó que la destitución estuviera relacionada con el suceso.