QUITO, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Gobierno, Gustavo Larrea, negó hoy que exista una "persecución" en contra de los diputados que fueron destituidos en marzo y quienes han pedido asilo político a Colombia dada una supuesta orden de prisión solicitada por la Fiscalía.
"El Gobierno no ha perseguido a nadie, no hay un solo preso, un detenido político, un medio de comunicación o algún editorialista perseguido", declaró a los medios locales en un intento de mitigar los rumores sobre el supuesto hostigamiento por parte del Gobierno de Rafael Correa hacia los grupos contrarios a su proyecto político.
Así, señaló que en muchos casos mantienen discrepancias con "periodistas, con los políticos de la oposición pero no existe persecución", y aclaró que no hay órdenes de prisión contra los ex diputados "creemos que es un error judicializar la política y nosotros garantizamos el pleno ejercicio de los derechos de la oposición".
El pasado martes la Fiscalía pidió a la jueza Elsa Sánchez que emitiera una orden de prisión contra unos 24 congresistas por el "delito de sedición". Sin embargo, pese a que la magistrada aún no se ha pronunciado, este hecho provocó que unos 15 diputados viajaran a Colombia, presuntamente, a pedir asilo político en este país.
Con respeto a la situación de los legisladores restituidos por el Tribunal Constitucional (TC), Larrea explicó existe un pedido del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para destituir a los 57 parlamentarios que aprobaron suspender al presidente de este organismo en marzo, que tienen que considerar los nuevos miembros del TC, debido a que el pasado partes los antiguos vocales fueron "cesados" de sus funciones.
En este sentido, aclaró que el Gobierno no cuenta con "ni un solo diputado" en el Congreso o que existan "turbas pagadas" con las que se pretende promover la violencia en todo el país. "Podemos mantener relaciones y contactos como con todos los bloques y nada más que eso, las decisiones que toma el Congreso son sus decisiones", subrayó.
Larrea insistió en negar que Correa sea un presidente "autoritario" y pidió no confundir su "liderazgo y personalidad" con un modelo que se impone y no respeta los derechos democráticos consagrados en las leyes.