QUITO, 29 Sep. (Reuters/EP) -
El paro convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) fue suspendido en la tarde de ayer lunes, tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno del presidente, Rafael Correa, para abrir un proceso de diálogo sobre la regulación del uso del agua.
Tras los cierres esporádicos de carreteras en sitios estratégicos de la nación a lo largo del día, los líderes indígenas decidieron suspender la protesta, en medio del descontento de las bases de la organización que no respaldan las negociaciones con el Gobierno.
"Entramos en una suspensión momentánea para comenzar un proceso de diálogo", afirmó uno de los líderes de la protesta, Humberto Cholango, quien no detalló los motivos que ha llevado al grupo a cambiar de posición.
El Gobierno ofreció al movimiento indígena integrar una comisión para debatir sus críticas al proyecto de ley que pretende regular la utilización del agua para el riego y para actividades claves como la minería.
Los indígenas argumentan que la propuesta oficial promueve la privatización del recurso, pero la Administración ecuatoriana niega la acusación y señala que la protesta obedece a intenciones de la derecha que, según afirma, utiliza a los nativos para desestabilizar al Gobierno.
Cientos de indígenas bloquearon desde la madrugada del domingo --con piedras, palos y neumáticos-- diferentes tramos de las principales carreteras que conectan al país, en medio de una fuerte vigilancia policial que logró que los coches pudieran seguir circulando.
Correa hizo un llamamiento a los indígenas para iniciar un diálogo "sin condicionamientos", que tuvo eco entre los líderes de la organización excepto entre los indígenas de la Amazonía --donde se encuentra la infraestructura petrolera--, que no respaldan el cese de la protesta.
Mientras, los militares resguardaban la infraestructura petrolera para evitar una eventual paralización del sector. La estatal Petroecuador confirmó que la operación en los campos se desarrolló ayer con normalidad y que, a nivel estatal, se mantenían los niveles de producción de crudo en unos 480.000 barriles al día.