QUITO (Reuters/EP) - Ecuador está dispuesto a llegar a las "últimas consecuencias" para solucionar la pugna que mantiene con la petrolera francesa Perenco por una deuda tributaria pendiente, dijo el jueves el presidente izquierdista Rafael Correa.
El socio más pequeño de la OPEP y Perenco agudizaron su disputa desde marzo cuando Correa decidió retener la producción de las áreas concesionadas a la firma para cobrarse una deuda de unos 350 millones de dólares por una ley de reparto de ingresos extras petroleros.
"Aquí hay soberanía y dignidad. Estoy dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias con Perenco, no vamos a permitir que las transnacionales nos sigan tratando como colonia", dijo Correa, quien suele tomar medidas nacionalistas para afianzar su liderazgo, en una entrevista a una radio local.
Tras la retención del crudo, Perenco decidió suspender el bombeo para presionar al país andino, pero la estatal Petroecuador tomó el control de las operaciones para evitar un perjuicio a la nación andina, cuya principal fuente de ingresos fiscales son los petroleros.
Los bloques petroleros, de los que extraen unos 22.000 barriles día (bpd), operan con normalidad en manos de técnicos de Petroecuador y de los trabajadores de Perenco, quienes decidieron apoyar las acciones del Gobierno ecuatoriano.
Correa no especificó que acciones podría tomar en contra de la petrolera para solucionar la disputa, pero aseguró que no pagará nada a Perenco pese a las demandas que mantiene en un tribunal arbitral adscrito al Banco Mundial.
Ecuador ha retenido unos 2 millones de barriles a la petrolera francesa, que opera junto con su socia Burlington.
Para las autoridades ecuatorianas, Perenco incumplió disposiciones legales que prohiben suspender las operaciones sin una autorización previa y que abren la puerta a iniciar un proceso de caducidad en caso de que la firma extranjera no opere sus campos por unos 30 días.
"Perenco es la única petrolera con la que no pudimos arreglar, siempre ha tenido una posición intransigente, prepotente. Nos amenazan con parar la producción si es nuestro petróleo y eso no vamos a permitir", agregó el mandatario.
La pugna se originó por la vigencia de una ley que obligaba a las petroleras foráneas a entregar el 99 por ciento de ingresos extras por altos precios del crudo.
(Por Alexandra Valencia. Editado por Marcel Deza)