Actualizado 30/09/2007 10:27

Ecuador.- Más de 9,3 millones de ecuatorianos acudirán hoy a las urnas para elegir la Asamblea Constituyente

(((SUSTITUYE A LA ANTERIOR Y CORRIGE FECHA)))

Los 130 asambleístas se encargarán de redactar una nueva Carta Magna e impulsar cambios en la estructura del Estado


QUITO, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

Más de 9,3 millones de ecuatorianos tienen hoy una cita en las urnas para elegir a los representantes de la Asamblea Constituyente, que deberá redactar una nueva Carta Magna e impulsar cambios en la estructura del Estado. En total son 3.224 candidatos de 497 partidos y movimientos políticos, de los que deberán salir 130 asambleístas, cien por jurisdicción provincial, 24 por delegación nacional y otros seis del exterior.

Entre los principales partidos destacan el oficialista Alianza País, del presidente de Rafael Correa, el Partido Renovador Institucional de Acción Nacional, del magnate bananero Alvaro Noboa, el Partido Social Cristiano, liderado por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, el Movimiento Popular Democrático, la Izquierda Democrática o el Movimiento Uno, entre otros.

La campaña electoral, que comenzó el pasado 13 de agosto y que finalizó en la medianoche del miércoles, destacó por ser la primera vez que la publicidad aparecida en los medios de comunicación del país fue financiada por el Estado, lo que permitió a los distintos partidos y movimiento políticos tener las mismas oportunidades.

El Instituto Geográfico Militar fue el encargado de la impresión de las 18,7 millones de papeletas y 37.656 paquetes electorales para las juntas receptoras del voto, cuya distribución fue encargada al Ejército, que trasladó todos los documentos en camiones controlados vía satélite.

EXAMEN PARA EL CONGRESO

Estas elecciones son el tercer desafío al que se enfrenta Correa desde que comenzó el año tras su victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que se impuso al empresario Noboa, y posteriormente su propuesta de reforma de la Constitución, que fue aprobada en abril pasado en un referéndum en el que obtuvo una amplía mayoría.

Hoy también será un importante examen para el Congreso de la República, que en la actualidad está dominado por la oposición. El presidente ha anunciado en varias ocasiones que si el oficialismo obtiene una mayoría en la Constituyente disolverá el Legislativo, al que acusa de ser responsable de la inestabilidad en el país, "con su mediocridad y falta de transparencia".

"Si el Gobierno tiene mayoría absoluta, hemos propuesto al pueblo ecuatoriano que la Asamblea tendrá que disolver ese Congreso y crear una comisión legislativa que respete la voluntad popular, legisle y fiscalice mientras dure la asamblea", afirmó hace unos días Correa, quien señaló que su cargo esta a disposición de la Asamblea, y si decide cesarlo no tendrá inconvenientes en abandonar Carondelet.

Desde hace días se encuentra el país una misión de observadores de la Unión Europea para supervisar las elecciones. En los últimos días mostraron su temor por el tiempo que tomará a cada elector ejercer su voto ya que en los simulacros realizados de vio que cada persona tarda una media de diez minutos ante lo cual, el jefe de la misión, José Ribeiro, teme que haya personas se queden sin votar.

OBSERVADORES INTERNACIONALES

Ribeiro señaló que no se puede cambiar la hora del cierre de las mesas electorales pero lo que podría ser una solución es cerrar a esa hora la fila, para que al menos la gente que se encuentra en la cola todavía pueda ejercer su voto. Sin embargo, el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral René Maugé, restó importancia a estas preocupaciones.

Otra preocupación de los 104 observadores que se repartirán por las 22 provincias es la asignación de escaños y la consolidación de los votos. Ribeiro se refirió en concreto a los miembros de las Juntas Receptoras del Voto que tendrán que contar los papeletas y echó en falta una campaña más agresiva de capacitación para los electores y explicar de mejor manera cuando un voto queda anulado.

Otra de las polémicas durante la campaña fue resuelta por el Tribunal Supremo Electoral levantando la prohibición de difundir los resultados extraoficiales de las encuestas a pie de urna. Además, anunció que no hará recuento rápido para evitar especulaciones y la manipulación de la conciencia ciudadana y, según su presidente, Jorge Acosta, para que el proceso sea "transparente, confiable y seguro".

Para los comicios de hoy se ha previsto el despliegue de 6.129 observadores, quienes recogerán los resultados en igual número de juntas receptoras de voto en las 22 provincias del país. Esos resultados serán procesados en Quito con el fin de determinar las proyecciones de votación.

CRITICAS DE LA OPOSICION

En las últimas semanas los principales partidos de la oposición han asegurado que si gana el oficialismo el presidente concentrará más poder, recortará libertades y se sumará al proceso venezolano. "No es un movimiento aislado, comenzó en Cuba, luego en Venezuela, Bolivia y ahora en Ecuador. El patrón es casi el mismo", denuncian.

Alvaro Noboa ha repetido hasta la saciedad que si gana frenará el comunismo en Ecuador y ha anunciado recientemente que en caso de ganar las elecciones se opondrá a disolver el Congreso, tal como plantea el Gobierno, y pedirá que los 57 diputados opositores que fueron cesados por un fallo de la justicia electoral sean restituidos en sus cargos.

"Quiero restituir a aquellos que fueron elegidos por cuatro años, porque se rompió la Constitución en el momento en que fueron sacados a patadas los diputados elegidos por el pueblo", declaró el líder del Partido Renovador Institucional Acción Nacional, para quien su principal objetivo será construir un marco legal que "permita convertir en ricos a los pobres como en Chile y Estados Unidos".

La campaña contra el Gobierno también ha venido de los principales grupos empresariales del país, que acusan a Correa de llevar a Ecuador a un clima de incertidumbre. El presidente les respondió con una recomendación: "Que tomen 'valium' los empresarios ecuatorianos que por años se han creído los dueños del país y ahora están nerviosos por el proceso de la Asamblea Constituyente".