Actualizado 10/01/2008 20:56

Ecuador.- El presidente Rafael Correa dice que tiene "la peor oposición posible" y asegura que él es "buena persona"

En su primer año de gestión destaca el referéndum y la Asamblea Constituyente, que realiza "cambios profundos"


QUITO, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

A punto de cumplirse un año de su gestión al frente del Ejecutivo, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, declaró hoy que tiene "la peor oposición posible" y que los medios de comunicación le califican de "perverso" y de "persona de mala fe".

Correa manifestó que sobre todo le preocupan la "mediocridad, la mala fe y que no se reconozca esa mediocridad". "Intentan demostrar que el presidente es una mala persona", indicó el mandatario quien añadió que "hay quienes quieren retratar al presidente como un perverso de mala fe. Soy buena persona".

En una entrevista concedida al diario ecuatoriano 'El Comercio' y recogida por Europa Press, Correa dijo que su primer año de gestión parece que hayan sido 10 años, aunque las cosas salieron "como se habían planificado". Entre los éxitos de su gestión destacó el referéndum y la Asamblea Constituyente pero consideró que "tal vez lo más duro de vencer" fue la burocracia, la cual "no tiene sentido de la urgencia".

Por otra parte, Correa manifestó que Ecuador asiste a su "última oportunidad para tener un cambio democrático" con los cambios que se realizan en la Asamblea Constituyente de plenos poderes y añadió que tiene una "oposición mucho más desarrollada que en cualquier país desarrollado".

"La oposición no se expresa acá a través de partidos políticos, sino a través de grupos de poder. Vea la posición de las cámaras, de la Banca, de ciertos medios de comunicación", opinó.

Preguntado por su ideal de sistema político, el presidente ecuatoriano expuso que sería la "democracia liberar occidental que existe desde la época de Montesquieu o Tocqueville", pero acotó que las democracias formales no sirven mientras no se realicen "transformaciones de fondo".

En cuanto a las perspectivas para 2008, el mandatario consideró que este periodo "seguirá siendo de la confrontación política y aún más" ya que frente a un proceso de cambio, como el que vive Ecuador "es inevitable la resistencia" y recordó que con la Asamblea Constituyente, este año comenzarán a "cambiar el sistema", por lo que "los grupos de poder van a poner mucha resistencia".

Agregó que si el respaldo social se agota, su proyecto político se acabará y que la revolución ciudadana podrá avanzar mientras el Ejecutivo cuente con el respaldo del pueblo ecuatoriano. "Yo como persona perderé muy poco, pero como país perderemos mucho. Estoy convencido de que esta es la última oportunidad del Ecuador para tener un cambio democrático y pacífico", señaló.

Por último, indicó que "probablemente" si hubiera partidos políticos fuertes en la oposición, él se olvidaría de la prensa porque "con la debacle de los partidos, el rol (papel) de éstos lo ha asumido la prensa", a la que definió como un "actor político" en Ecuador.

En cuanto a su ideal de prensa, Correa concluyó que es la que informe objetivamente y que cuando se equivoque "rectifique y que cuando opine diga esto es opinión" pero que "no confundan opinión con patente de corso para decir cualquier cosa. Yo puedo opinar, puedo decir no me gusta su reforma tributaria dando argumentos que se basan en hechos que no son mentiras".