Actualizado 09/08/2009 19:31

Ecuatoriano Correa limpia espíritu antes de asumir cargo

Por Alexandra Valencia

CAYAMBE, Ecuador (Reuters/EP) - Danzantes indígenas ataviados en coloridos trajes típicos y coreando cánticos en lenguas ancestrales recorrían las faldas del volcán Cayambe, en los fríos páramos ecuatorianos, para entregar simbólicamente el poder a quien ellos llaman el "hombre sabio".

Desde el amanecer del domingo, decenas de indígenas de la sierra y la amazonia arribaron a la Hacienda La Chimba, al norte de Quito, a unos 2.800 metros de altura para entregar un bastón de mando al presidente izquierdista Rafael Correa, antes de que asuma el lunes su nuevo mandato por cuatro años.

Los sonidos que evocan a la naturaleza y los alegres bailes en medio de frutas y flores, para agradecer a la tierra por sus beneficios, alertaban la llegada del popular mandatario junto a su aliado boliviano, el presidente Evo Morales.

"Darte fuerza, darte calor para que en tu segundo mandato lo hagas mejor", repetía uno de los chamanes, mientras quemaban "sahumerio", un árbol que según la creencia indígena sirve para la purificación de los cuerpos y las almas.

Tras el ritual de silencio, Correa recibió el "bastón de mando", ataviado en un poncho rojo de lana de borrego, como símbolo de la cosmovisión indígena para entregar el poder al líder máximo, que cumple el papel de sabio y protector de los pueblos, ayudado por las fuerzas de la Pachamama o la madre tierra, y la sabiduría de los dioses.

Esta es la segunda vez que Correa, quien asume un nuevo mandato con una popularidad superior al 50 por ciento, recibe del pueblo indígena el símbolo del poder, cambiando la historia de sus tres predecesores derrocados antes de cumplir con su gestión, en medio de protestas callejeras.

En enero del 2007 participó en un ritual similar en un pueblo de la sierra central del país, donde pasó años de su juventud como misionero católico.

Ahora el escenario fue la hacienda más grande de la rica zona ganadera que se asienta en las faldas del imponente Cayambe, de unos 5.700 metros de altura, por su significado histórico para el pueblo indígena.

UNIDOS COMO LA MAZORCA

En La Chimba se encuentran los restos de la líder indígena Tránsito Amaguaña, quien murió recientemente antes de cumplir un siglo, luego de tener una vida marcada por su lucha para reivindicar los derechos a la educación, salud e igualdad de miles de indígenas ecuatorianos.

Correa arribó en un helicóptero con Morales y la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchu, en medio de un fuerte resguardo militar y banderas con los colores del arco iris, insignia de las comunidades indígenas ecuatorianas.

"La unidad es como la mazorca, si se va el grano se acaba la fila, y si se va la fila se acaba la mazorca (...) Hoy los pueblos estamos más unidos que nunca por la justicia y la libertad", dijo Correa al recordar las palabras que solía repetir Amaguaña, quien en su juventud estuvo presa por defender los derechos de los indígenas.

Ahora la lucha debería continuar con el carismático Correa, que con su combativo estilo de gobernar desde que asumió el cargo ha ganado la simpatía de los pueblos excluidos por décadas.

Recientemente aumentó una ayuda estatal directa para más de un millón de ecuatorianos, instaló escuelas con tecnología de punta en las comunidades para permitir el acceso la internet y reconoció en la nueva Constitución socialista las lenguas indígenas y la plurinacionalidad.

Además, ofreció expropiar tierras no cultivadas para repartirlas entre comunidades indígenas para el cultivo de productos tradicionales y la crianza de vacas y borregos.

"No solo confío, estoy seguro que con la ayuda de todos cumplirá con el compromiso de llevar adelante la lucha por la liberación de los pueblos", dijo Segundo Urcuango, un profesor indígena de unos 65 años.