Actualizado 17/12/2013 21:25

Unos 700.000 funcionarios estadounidenses no irán a trabajar si se paraliza la Administración

Casa Blanca Washington
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WASHINGTON, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Cámara de Representantes ha propuesto reunirse con el Senado para intentar llegar a un acuerdo antes de esta medianoche para aumentar los fondos del Gobierno y evitar así la paralización de la administración pública estadounidense.

La Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana, ha votado a favor de celebrar una "conferencia legislativa", lo que se traduce en la creación de una comisión bicameral para intentar superar el bloqueo en el Congreso.

"Esto quiere decir que somos los responsables, los razonables, los que están intentando mantener vivo este proceso mientras el reloj se sigue acercando a medianoche, a pesar de la negativa de los demócratas a negociar", ha dicho un congresista republicano a la cadena CBS.

Ahora, el Senado, donde el gobernante Partido Demócrata ostenta la mayoría, deberá votar la propuesta de la Cámara de Representantes de celebrar esta "conferencia legislativa".

La prensa estadounidense da por seguro el cierre del Gobierno, aunque el Senado acepte, porque este proceso legislativo se alargaría más de una hora, que es el tiempo que el Congreso tiene en estos momentos para buscar una solución.

AL BORDE DEL ABISMO

Se espera que a medianoche el Tesoro supere irremediablemente el límite de endeudamiento público, fijado en 16,7 billones de dólares, cayendo en una nueva crisis de liquidez que podría llevar al cierre de la administración pública.

Para evitarlo, es necesario que republicanos y demócratas se pongan de acuerdo en el Congreso para ampliar el límite de endeudamiento público hasta los 988.000 millones de dólares, garantizando así el funcionamiento del Gobierno hasta la elaboración de los nuevos presupuestos generales.

La oposición republicana ha elaborado un plan según el cual se compromete a apoyar una ampliación del límite de endeudamiento público, a cambio de nuevos recortes en el gasto público, que se centran en la reforma sanitaria del Gobierno, conocida popularmente como 'Obamacare'.

El pasado sábado, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley para aplazar un año la aplicación de la reforma sanitaria del Gobierno a cambio de entregar más fondos a la Casa Blanca, pero el Senado lo ha rechazado el lunes por la tarde.

Ya por la noche, La Cámara de Representantes ha vuelto a aprobar --por 228 votos a favor y 201 en contra-- otro proyecto de ley con el mismo contenido y el Senado lo ha vuelto a rechazar --con 54 votos en contra y 46 a favor--, haciendo casi inevitable el cierre del Gobierno.

De no llegar a un acuerdo antes de esta medianoche, la administración pública quedará paralizada de forma indefinida. Aunque los servicios básicos seguirán funcionando, el Gobierno calcula que 700.000 funcionarios no irán a trabajar.

En términos económicos, la Casa Blanca estima que el cierre de la administración pública costaría a la economía estadounidense unos 10.000 millones de dólares semanales. El presidente estadounidense, Barack Obama, ha advertido de que tendrá un "impacto real".

Obama ha recordado al Congreso que tiene como principales responsabilidades "aprobar un presupuesto" y "pagar las facturas". Si bien, ha insistido en que, pase lo que pase, su reforma sanitaria es irrevocable. "Va a seguir adelante", ha sostenido.

Si el acuerdo bipartidista no llega a tiempo, sería la 18º cierre de la administración pública desde 1976. El último precedente se remonta a la Presidencia de Bill Clinton. Entonces, el bloqueo presupuestario se prolongó entre el 5 de diciembre de 1995 y el 6 de enero de 1996.