Actualizado 26/03/2015 10:59

Bergdahl intentó escapar de los talibán más de una decena de veces

Bowe Bergdahl
Foto: REUTERS TV / REUTERS

MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El sargento estadounidense Bowe Bergdahl ha asegurado este miércoles que intentó escapar de los talibán más de una decena de veces durante los cinco años que permaneció como su prisionero, según ha indicado en un comunicado.

   El documento ha sido publicado por su abogado, Eugene Fidell, horas después de que el Ejército acusara a Bergdahl de deserción, lo que conlleva una pena de hasta cinco años de cárcel, y de poner en peligro a sus compañeros, que podría traducirse en cadena perpetua.

   "Al principio de mi cautiverio, tras mis dos intentos de escape, estuve encadenado y con los ojos vendados durante unos tres meses. Sólo se me retiraba la venda para que pudiera comer y usar la letrina", ha relatado.

   "No fue hasta que vieron que casi no podía andar a causa de la atrofia muscular cuando procedieron a cambiar una de las cadenas para que me pudiera sentar en la cama", ha dicho.

   Asimismo, ha detallado que las cadenas le provocaron "heridas abiertas e infecciones" en varias partes del cuerpo y que sólo recibía un poco de arroz o tallarines y dos botellas de agua al día como alimento.

   Bergdahl ha agregado que durante los tres primeros meses de su cautiverio los talibán le golpearon "las plantas de los pies y otras partes del cuerpo" con un cable de cobre". "Tras los tres primeros meses me trasladaron", ha recordado.

   "Pese a que no volvieron a encadenarme totalmente a una cama otra vez, el primer año tuve cadenas en manos y pies y estuve encerrado en una habitación", ha apuntado, según ha recogido la cadena de televisión estadounidense PBS.

   "Tras el primer año me pusieron en una jaula con las manos esposadas frente a mí. Sólo me las quitaban para que pudiera lavarme y cambiarme de ropa, lo que pasó más a menudo que el primer año, cuando estuve tres o cuatro meses sin lavarme ni cambiarme", ha manifestado.

   El sargento ha relatado que varios meses después le retiraron las cadenas y que las condiciones mejoraron ligeramente, especialmente durante los últimos dos años antes de su liberación, si bien permaneció siempre en aislamiento.

   Bergdahl, de 28 años de edad, desapareció de la base militar estadounidense en la provincia afgana de Paktika el 30 de junio de 2009 porque, supuestamente, estaba desencantado con la misión de las fuerzas norteamericanas en el país centroasiático.

   Poco después fue secuestrado y permaneció retenido en Pakistán por la Red Haqqani, aliada de los talibán afganos, hasta que Qatar consiguió el año pasado facilitar un acuerdo para su liberación, a cambio de la excarcelación de milicianos presos en Estados Unidos.