Actualizado 17/12/2013 21:25

EEUU.- Boehner tras hablar con Obama: "No voy a negociar, no voy a negociar y no voy a negociar"

El Republicano John Boehner
REUTERS/JOSHUA ROBERTS


WASHINGTON, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano John Boehner, ha aclarado al presidente del país, Barack Obama, que no va a negociar un acuerdo 'in extremis' para evitar la quiebra de la administración pública.

"He hablado con el presidente esta noche. No voy a negociar, no voy a negociar y no voy a negociar", ha dicho en la segunda rueda de prensa que ha dado este lunes desde el Congreso, según ha informado la cadena estadounidense CNN.

El líder opositor en la sede legislativa ha insistido en que "no es un problema del Partido Republicano en el Congreso, sino una cuestión de justicia para el pueblo estadounidense".

Además, según su portavoz, Boehner ha reiterado a Obama que su reforma sanitaria "está costando puestos de trabajo y que las familias estadounidenses no están siendo tratadas con justicia porque las grandes empresas obtienen exenciones fiscales y ellas no".

Obama ha llamado esta noche por teléfono a los líderes del Congreso en un último intento de convencerles de que lleguen a un acuerdo para autorizar la entrega de más fondos al Gobierno para garantizar su funcionamiento durante las próximas seis semanas.

En concreto, ha instado a Boehner a garantizar el 'sí' de la Cámara de Representantes". "Le ha dejado claro que debe actuar, como ya lo ha hecho el Senado, para mantener abierto el Gobierno", ha informado la Casa Blanca a través de un comunicado.

AL BORDE DEL ABISMO

Se espera que a medianoche (6.00 horas en España) el Tesoro supere irremediablemente el límite de endeudamiento público, fijado en 16,7 billones de dólares, cayendo en una nueva crisis de liquidez que podría llevar al cierre de la administración pública.

Para evitarlo, es necesario que republicanos y demócratas se pongan de acuerdo en el Congreso para ampliar el límite de endeudamiento público hasta los 988.000 millones de dólares, garantizando así el funcionamiento del Gobierno hasta la elaboración de los nuevos presupuestos generales.

La oposición republicana ha elaborado un plan según el cual se compromete a apoyar una ampliación del límite de endeudamiento público, a cambio de nuevos recortes en el gasto público, que se centran en la reforma sanitaria del Gobierno, conocida popularmente como 'Obamacare'.

Así, el pulso entre Gobierno y oposición gira en torno al 'Obamacare'. Los republicanos han propuesto aplazar un año su aplicación a cambio de autorizar más fondos para el Gobierno, pero el Senado se ha negado, lo que deja la decisión en manos de la Cámara de Representantes.

De no llegar a un acuerdo antes de esta medianoche, la administración pública quedará paralizada de forma indefinida. Aunque los servicios básicos seguirán funcionando, el Gobierno calcula que 700.000 funcionarios no irán a trabajar.

En términos económicos, la Casa Blanca estima que el cierre de la administración pública costaría a la economía estadounidense unos 10.000 millones de dólares semanales. Obama ha advertido de que tendrá un "impacto real" y afectará a "personas reales".

Obama ha comparecido hoy para recordar al Congreso que tiene como principales responsabilidades "aprobar un presupuesto" y "pagar las facturas". Si bien, ha insistido en que, pase lo que pase, su reforma sanitaria es irrevocable. "Va a seguir adelante", ha sostenido.

Si el acuerdo bipartidista no llega a tiempo, sería la 18º cierre de la administración pública desde 1976. El último precedente se remonta a la Presidencia de Bill Clinton. Entonces, el bloqueo presupuestario se prolongó entre el 5 de diciembre de 1995 y el 6 de enero de 1996.