Actualizado 04/07/2014 17:47

Texas pide despliegue de la Guardia Nacional en la frontera con México

AUSTIN (ESTADOS UNIDOS), 4 Jul. (Reuters/EP) -

   El gobernador del estado de Texas, Rick Perry, ha reiterado este jueves su solicitud de que soldados de la Guardia Nacional sean enviados a la frontera entre Estados Unidos y México para ayudar a frenar el aumento en la cantidad de centroamericanos que ingresan ilegalmente al país.

   En unas declaraciones ante la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Perry ha indicado que el estado estima gastar unos 1,3 millones de dólares (unos 955.000 euros) adicionales por semana hasta fin de año para reforzar la vigilancia a fin de abordar la crisis, además de los 500 millones de dólares (cerca de 367,5 millones de euros) que el estado ha desembolsado desde 2005 para ayudar a proteger la frontera.

   "El rápido ingreso de inmigrantes ilegales ha tensado los recursos fronterizos que ya eran insuficientes para abordar la tarea", ha dicho Perry, quien es considerado como un posible aspirante a la nominación presidencial republicana en 2016.

   Más de 52.000 menores sin acompañantes llegados desde Guatemala, El Salvador y Honduras han sido detenidos al intentar cruzar la frontera entre México y Estados Unidos desde octubre, el doble de la cantidad que lo hizo en el mismo período del año previo, según las cifras de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza.

   Por su parte, el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, un republicano de Texas, ha instado al presidente, Barack Obama, a desplegar inmediatamente a fuerzas de la Guardia Nacional a la frontera "para liberar a agentes de la patrulla fronteriza para que puedan realizar su misión principal, es decir, vigilar la frontera".

   El martes, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, declaró que Washington trabajará con las naciones de Centroamérica para afrontar las causas de la crisis de inmigración, pero mantuvo el duro mensaje de la Administración que los niños indocumentados serán deportados.

"CRISIS HUMANITARIA"

   Decenas de miles de niños de Guatemala, El Salvador y Honduras están apareciendo ilegalmente, muchas veces sin sus padres, en la frontera de Texas. Los números podrían alcanzar los 90.000 niños este año y 150.000 el siguiente, frente a los 6.000 de 2011.

   Las autoridades estadounidenses han subrayado que consideran que esta crisis es humanitaria, citando el peligro que supone para los niños el viajar miles de kilómetros de la mano de contrabandistas. Ante esto, Kerry ha declarado que "las vidas de los niños no pueden ser puestas en riesgo de esta manera".

   Los republicanos estadounidenses culpan a la laxitud de la seguridad fronteriza y a los movimientos de Obama para flexibilizar las leyes de inmigración a fin de facilitar a los centroamericanos su huida de la pobreza, crimen y violencia. Por su parte, Obama culpa a los republicanos de negarse a aprobar la legislación que podría arreglar los problemas migratorios.

   Entre estas leyes estaría la que pasaría por facilitar el camino hacia la ciudadanía para millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. Los activistas y algunos de los compañeros demócratas de Obama en el Congreso dicen que muchos de los niños podrían ser asilados.