Actualizado 23/12/2014 09:49

Un juez niega una moción que solicitaba la suspensión de las ejecuciones en Oklahoma

Protestas por la pena de muerte en Estados Unidos frente a corte de Washington
Foto: JASON REED / REUTERS

AUSTIN (TEXAS), 23 Dic. (Reuters/EP) -  

   Un juez de distrito de Estados Unidos ha negado este lunes una orden judicial presentada por los abogados de 21 reos condenados a muerte que busca poner fin a las ejecuciones en el estado de Oklahoma, alegando fallos "profundos" en los protocolos respecto a la inyección letal, que podría causar "daños inhumanos" contra los presos.

   El juez de distrito Stephen Friot, sin embargo, ha señalado "que la aprobación de una medida cautelar no respondería al interés público". Esta decisión, por lo tanto, permite que este estado estadounidense continúe adelante con cuatro ejecuciones programadas para el próximo año.

   Funcionarios de la prisión de Oklahoma han defendido que su mezcla para lograr la inyección letal es "humana y apropiada" y han anunciado ante la corte que no tienen intención de cambiar la combinación. En este punto, el juez ha explicado que los demandantes no probaron que exista "un riesgo inaceptable de dolor y sufrimiento durante las ejecuciones".

   "Vamos a seguir adelante y a continuar desafiando esta decisión, demostrado la falta de seguridad y la eficacia de los procedimientos de inyección letal en Oklahoma", ha respondido Dale Baich, uno de los abogados de los reclusos.

   Varios estados, entre los que se incluye Oklahoma, han tenido dificultades para obtener medicamentos para las ejecuciones, ya que muchas empresas farmacéuticas, principalmente en Europa, han impuesto prohibiciones de venta, pues se oponen a que los medicamentos elaborados para otros fines sean utilizados en las inyecciones letales.

   Los abogados de los condenados a muerte insisten en que los fármacos utilizados en Oklahoma y otros estados --mezclando fármacos y sin revelar sus proveedores-- podría causar una muerte innecesariamente dolorosa, lo que equivaldría a un castigo "cruel e inusual", que viola la Constitución de Estados Unidos.

EL CASO DE CLAYTON LOCKETT

    El condenado a muerte Clayton Lockett falleció el pasado mes de abril de un ataque al corazón después de que el estado de Oklahoma hubiese abortado su ejecución debido a problemas con la inyección letal, que, tras ser administrada de manera incorrecta, había provocado temblores y jadeos en el reo, según detallaron varios testigos que presenciaban la ejecución.

   Los testigos aseguran que en la sala de ejecuciones se vivió "una escena angustiosa", debido a que la forma de administración de las drogas para acabar con la vida de Lockett no fue la correcta, de acuerdo con la información del diario estadounidense 'The New York Times'. "Fue una chapuza", aseguró el abogado del fallecido.

   Un médico comenzó a administrar el primer fármaco y diez minutos más tarde aseguró que el preso estaba inconsciente. En ese momento, comenzó a administrar otros dos fármacos. Sin embargo, las cosas empezaron a ir mal y el cuerpo de Lockett se movió. "Sus pies se sacudieron y él murmuró", según dijeron los testigos.

   Tras cerca de 45 minutos agónicos y después de haber abortado la ejecución a causa de los contratiempos, Lockett murió de un infarto. Pese a las múltiples críticas recibidas, los funcionarios locales aseguran que los medicamentos fueron obtenidos legalmente en farmacias autorizadas.