Actualizado 28/12/2011 17:16

EEUU/México.- EEUU incorpora un nuevo avión no tripulado a las tareas de vigilancia en la frontera con México


SIERRA VISTA (EEUU), 28 Dic. (Reuters/EP) -

Las autoridades estadounidenses incorporaron un nuevo avión no tripulado de alta tecnología a las tareas de sobrevuelo y vigilancia en el estado de Arizona (sur), en la frontera con México, con las que buscan frenar el tráfico de drogas y el ingreso de inmigrantes ilegales.

El avión no tripulado Predator-B está localizado en el Centro de Operaciones de Seguridad Aérea Nacional en Sierra Vista, unos pocos kilómetros al norte de la frontera con México, informó la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).

El nuevo avión aumenta a seis la flota de aparatos no tripulados de la agencia para vigilar los cerca de 3.200 kilómetros de frontera suroeste con México. Cuatro tienen su base en el centro de Arizona y dos más sobrevuelan la frontera desde Corpus Christi, en Texas.

"Las misiones de estos dos centros permitirán a CBP desplegar sus aviones no tripulados desde la punta oriental de California a lo largo de las tierras fronterizas con México de Arizona, Nuevo México y Texas", explicó la agencia en un comunicado.

Los aviones no tripulados están equipados con herramientas que incluyen poderosas cámaras de visión diurna y nocturna, que permiten a los operadores detectar incursiones de narcotraficantes e inmigrantes ilegales a través de la frontera desde México.

Las operaciones de vigilancia del programa han llevado a la incautación de alrededor de 46.600 libras (20.865 kilos) de drogas y a la detención de 7.500 a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos.

El año pasado, los arrestos de inmigrantes ilegales que cruzan la frontera suroeste hacia el norte se redujeron a 327.577, su nivel más bajo desde 1972, cuando Richard Nixon era presidente de Estados Unidos.

Los factores del fuerte descenso incluyen la aplicación más estricta de las normas en la frontera y en los lugares de trabajo, una débil economía estadounidense que proporciona menos empleos a los trabajadores indocumentados y el aumento de la violencia de los carteles de drogas en México, lo que hace el viaje al norte más peligroso, de acuerdo a los analistas.