DALLAS (TEXAS, ESTADOS UNIDOS), 12 Ene. (EP/AP) -
La cadena de pizzerías Pizza Patron se ha convertido en el último ejemplo del debate sobre la inmigración que vive Estados Unidos, ya que en respuesta a su política de aceptar pesos mexicanos para los pagos, sus trabajadores han recibido amenazas de muerte y correos electrónicos xenófobos.
"Estos son los Estados Unidos de América, no los Estados Unidos de México", afirma uno de los correos electrónicos. "Dejad de dar comida a los malditos mexicanos ilegales", exige otro.
Desde la pizzería, con sede en Dallas, la capital de Texas, se argumenta que no pretenden ser los protagonistas del debate político sobre la inmigración, pero una pequeña nota en su publicidad que reza "Aceptamos pesos" --en castellano-- ha desatado la polémica.
El portavoz de Pizza Patron, Andy Gamm, explicó que su empresa sólo intentaba vender más pizza a sus clientes, el 60 por ciento de los cuales son de hispanos. La cadena tiene 59 locales en los estados de Texas, Colorado, Arizona, Nevada y California.
Comercios como Wal-Mart o los supermercados H-E-B aceptan pesos en sus tiendas situadas en ciudades cercanas a la frontera mexicana. Otros negocios aceptan dólares canadienses en Nueva York, Minnesota y localidades cercanas a la frontera con Canadá; pero ahora la cuestión es que muchas de los locales que aceptan pesos están muy lejos de la frontera, en Dallas o Denver.
"Si la gente entendiera que la mayoría de nuestros clientes son hispanos, entenderían que tiene sentido para una empresa vender pizza por pesos", afirmó Gamm. "No tiene sentido en Connecticut, Dakota del Norte o Maine, pero es perfectamente normal aquí en Dallas, o en Phoenix o Denver, áreas que aunque estén lejos de la frontera tienen una población hispana significativa", explicó.
La empresa ha denunciado cientos de correos electrónicos, algunos de ellos en apoyo a esta medida, pero la mayoría en contra de la misma.