NASHVILLE (ESTADOS UNIDOS), 10 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha intentado convencer este martes a los indocumentados latinos para que se inscriban en el programa de suspensión de deportaciones de su reforma de inmigración, diciéndoles que es seguro y que no les perjudicará en caso de que su sucesor intente revertir la medida.
El controvertido decreto de Obama, apoyado por activistas pro inmigración pero ferozmente rechazado por la mayoría de los republicanos, elimina la amenaza de deportación para cerca de 4,7 millones de indocumentados.
Sin embargo, también ha generado temores entre los inmigrantes irregulares respecto al hecho de salir de la clandestinidad, lo que podría dejarles en una situación de vulnerabilidad si más tarde otro Gobierno rescinde la medida.
Bajo el decreto de política inmigratoria firmado el mes pasado, los extranjeros indocumentados deben someterse a chequeos de antecedentes y comenzar a pagar impuestos. Durante una sesión para responder a dudas en el estado de Tennessee, Obama ha reconocido que un nuevo presidente podría revertir su orden ejecutiva.
"Es verdad que, en teoría, una administración futura podría hacer algo que creo que sería perjudicial", ha dicho. "Políticamente, no es probable que ellos vayan a revertir todo lo que hemos hecho, pero podría pasar (...) que algunas personas terminen en una posición de desventaja", ha explicado.
Sin embargo, el mandatario ha asegurado que no cree que su sucesor vaya a revocar su política porque "los estadounidenses quieren que los inmigrantes que se inscriban y paguen impuestos permanezcan en el país".
"Creo que cualquier administración futura que intente castigar a las personas por hacer lo correcto no tendrá el apoyo del pueblo estadounidense", ha agregado Obama.
Los demócratas aprobaron en su mayoría la acción ejecutiva de Obama y es poco probable que un sucesor de su partido intente cambiar el curso de las políticas de inmigración dispuestas, pero un presidente republicano podría alterar el sistema cuando Obama deje la Casa Blanca a inicios del 2017.
Los hispanos son una importante fuente de capital político para ambos partidos, pero en general tienden a alinearse con los demócratas. Obama ha concluido que necesitará del trabajo de las organizaciones comunitarias, las iglesias y las agencias locales para lograr registrar a los indocumentados.