Actualizado 17/12/2013 21:56

EEUU/Perú.- El Gobierno peruano niega que estuviera al tanto del supuesto espionaje de la NSA a ocho nacionales


LIMA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Perú ha negado este miércoles que estuviera al tanto del supuesto espionaje llevado a cabo por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) contra ocho ciudadanos por sus presuntos vínculos con grupos terroristas y de narcotraficantes.

El Ministerio de Exteriores ha emitido un comunicado reaccionando al reportaje publicado ayer por el diario peruano 'La República', según el cual Estados Unidos habría informado a la Cancillería de que ha espiado a ocho peruanos.

Según 'La República', la ministra de Exteriores, Eda Rivas, pidió explicaciones al Departamento de Estado de Estados Unidos después de que la prensa regional publicara que había espiado a varios países latinoamericanos, incluido Perú.

En respuesta, Estados Unidos habría aclarado que no ha espiado al Gobierno de Ollanta Humala, sino solamente a ocho ciudadanos porque habría "suficientes indicios" sobre su vinculación a grupos terroristas y de narcotraficantes.

'La República' ha asegurado que ha obtenido esta información de fuentes del Ministerio de Exteriores y que incluso Rivas así se lo contó a la jefa de Informaciones del diario peruano, Inés Flores, en el encuentro con la prensa celebrado la primera semana de septiembre sobre los litigios en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

"Ni la canciller ni ningún funcionario han recibido información oficial u oficiosa alguna del Gobierno de Estados Unidos sobre presuntas actividades de espionaje a ocho ciudadanos peruanos por la NSA", ha aclarado el Ejecutivo.

Asimismo, ha subrayado que, "sobre este mismo particular, la Cancillería no ha contactado a este medio de comunicación ni le ha proporcionado información alguna".

Además, ha recordado que, "desde la difusión de informaciones sobre las actividades de espionaje de la NSA en diversos países, el Gobierno peruano ha expresado reiteradamente a altos funcionarios del Gobierno estadounidense, a través de los canales diplomáticos que corresponde, su más profunda preocupación y su condena a cualquier actividad ilegal de esa naturaleza, requiriendo las explicaciones oficiales del caso".

También ha aclarado que "cualquier actividad de Inteligencia vinculada a la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y otros delitos, incluyendo aquellas en cooperación con terceros países, se realiza de acuerdo con el más absoluto respeto a la legalidad, y en ningún caso son el resultado de actividades ilegales".

ESPIONAJE EN AMÉRICA LATINA

El escándalo se destapó el pasado 2 de septiembre, cuando la cadena O'Globo reveló que la NSA espió a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, cuando aún era el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a las elecciones del 1 de julio de 2012.

De acuerdo con esta información, la NSA espió llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de Rousseff y varios de sus "asesores clave", así como de Peña Nieto y nueve miembros de su equipo de campaña electoral.

Tras ello, los ministerios de Exteriores de Brasil y México convocaron con carácter de urgencia a los embajadores estadounidenses en sus respectivos territorios para pedir explicaciones sobre el espionaje a sus presidentes.

Además, Brasil amenazó con llevar este asunto a Naciones Unidas, mientras que México propuso imponer sanciones multilaterales a Estados Unidos, si finalmente se demuestra que el contenido de los documentos de la NSA es cierto.

Sin embargo, las revelaciones han continuado. Según los documentos filtrados por el extécnico de la NSA Edward Snowden, la NSA también ha espiado a Petrobras, empresa pública brasileña que ha descubierto varias de las mayores reservas de petróleo mar adentro.

A ello, la revista brasileña 'Istoé' sumó que Estados Unidos ha puesto en marcha --con la ayuda de Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda-- el programa 'Echelon' con el que espía desde la isla de Ascensao, en el Atlántico Sur, las comunicaciones de Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela y Colombia.