NUEVA YORK, 4 Jun. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Emilio López Romero) -
La decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) de poner fin a más de cuarenta años de veto a Cuba en el seno de la institución no ha sentado muy bien en muchos despachos de Miami y Washington. Las voces más críticas han llegado principalmente de algunos congresistas cubano americanos de Florida, que consideran lo ocurrido una "traición".
"El dinero de ningún contribuyente estadounidense debe respaldar esta lamentable organización que en su momento se enorgulleció de su compromiso histórico con la democracia y los Derechos Humanos", afirma la representante republicana Ileana Ros-Lehtinen, para quien revocar la suspensión "lejos de fortalecer" a la OEA supone una "afrenta" a la Carta Democrática Interamericana de la organización.
Los hermanos Mario y Lincoln Díaz-Balart, ambos republicanos por Florida, van más allá al calificar a la OEA como un "bochorno putrefacto" y de paso cargar contra la Administración de Barack Obama y su "absoluta incompetencia diplomática". "Esta decisión es una inmerecida y grotesca traición al oprimido pueblo de Cuba", añaden en una declaración conjunta al diario 'El Nuevo Herald' de Miami.
Por su parte, el senador Bob Menéndez, demócrata por el estado de Nueva Jersey, afirmó que el Congreso debería decidir "en qué medida está dispuesto a apoyar a la OEA", una institución que recibe alrededor del 60 por ciento de sus fondos de Estados Unidos. El texto de la resolución aprobada en San Pedro Sula es "débil" y "absurdamente vago", añade el legislador cubano americano.
El asesor de la Casa Blanca Daniel Restrepo afirmó al citado diario que ahora corresponde a La Habana dar el siguiente paso. "La OEA es un lugar muy incómodo para Cuba porque es un instrumento que defiende palabras como democracia y Derechos Humanos", afirmó. "¿Quieren realmente ser parte de un sistema que defiende y promueve esos valores?", se preguntó.
Por su parte, el presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Jorge Mas Santos, felicitó a Obama por su "valiente posición" frente a una enorme "presión diplomática", pero subrayó que si Cuba quiere regresar a la OEA debe cumplir los principios de su carta. "De otra forma, permitir la readmisión de Cuba es traicionar los ideales democráticos sobre los que se fundó la OEA", sentenció.