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BOGOTÁ, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, ha confirmado este lunes la muerte de 32 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) durante un operativo militar desplegado en la localidad de Vistahermosa, en el departamento de Meta (sur), donde además han sido detenidos cuatro subversivos de este grupo armado.
"Esto demuestra que la ofensiva de las Fuerzas Armadas continúa y no va a parar", ha expresado Santos en declaraciones a la prensa, al explicar la ofensiva que ha puesto en marcha el Ejército, con el apoyo de la Inteligencia militar, en la región del Ariari, donde operan los frentes 27 y 43 de las FARC.
Este es el segundo golpe que el Ejército da a la guerrilla en apenas ocho días. La semana pasada, 31 rebeldes cayeron abatidos en un operativo militar en el mismo lugar donde días antes habían sido asesinados once soldados desplegados en el departamento de Arauca (noreste), cerca de la frontera con Venezuela.
Santos ha confirmado también la detención el pasado domingo de un ideólogo y de cinco subversivos más del frente 53 de las FARC en el municipio de Restrepo, en Meta, como parte de los operativos que llevan a cabo en esa región del sur de Colombia.
"Esa gente estaba tratando nuevamente de ver cómo llegaban a Cundinamarca", departamento donde se encuentra Bogotá, ha comentado. "Como ha sucedido desde hace ya varios años, siempre lo hemos parado, lo hemos impedido", ha subrayado.
En las próximas horas se espera que el propio mandatario colombiano revele más detalles de esta nueva operación militar, una vez que termine el Consejo de Seguridad que se celebra en Villavicencio --capital de Meta-- para analizar la situación de orden público en esa región.
Todos estos operativos forman parte de una estrategia militar denominada 'Espada de honor' que ha puesto en marcha el Gobierno de Santos para acabar con los altos mandos de las FARC, que comenzó hace unos meses con la muerte de los grandes líderes de esa guerrilla como alias 'Mono Jojoy' y 'Alfonso Cano'.
Organizaciones civiles esperan ahora que estos nuevos golpes a las FARC no se conviertan en un obstáculo en el proceso de liberación de los diez uniformados que se ese grupo armado se comprometió a entregar tras más de trece años de secuestro.