Actualizado 11/06/2009 01:09

Ejército repele talibanes tras ataque hotel Peshawar

Por Robert Birsel

PESHAWAR, Pakistán (Reuters/EP) - Pakistán comenzó el miércoles una nueva operación contra combatientes talibanes en el noroeste del país, mientras el enviado de Washington elogiaba lo que interpreta como una nueva decisión de Islamabad para combatir el extremismo.

La ofensiva se da un día después de un ataque a un lujoso hotel en Peshawar que causó la muerte de nueve personas, incluyendo dos trabajadores extranjeros de la ONU.

Militantes talibanes intensificaron sus ataques en ciudades desde que el Ejército lanzó una campaña en abril para eliminar a sus combatientes en un bastión de Swat y otras partes del noroeste de Pakistán.

Richard Holbrooke, enviado especial de Estados Unidos a Afganistán y Pakistán, dijo que vio un cambio drástico en la actitud del Gobierno pakistaní debido a la indignación pública suscitada por las acciones de talibanes, incluyendo el ataque al hotel.

"Lo que ví en este viaje a Pakistán fue la lenta aparición de consenso tras las acciones del Gobierno", dijo Holbrooke en Washington, mientras informaba sobre su viaje la semana pasada.

Ante una pregunta sobre si cree que el Gobierno pakistaní es suficientemente fuerte como para derrotar a los talibanes, respondió: "yo creo que lo es".

Más de 1.300 militantes y 105 soldados murieron en el valle de Swat. La firmeza del Ejército ha animado a los funcionarios estadounidenses, que temían que el país con armamento nuclear se sumiera en el caos si no se frenaba el avance talibán.

Holbrooke evadió las preguntas sobre si el Gobierno pakistaní tiene una amplia estrategia de contrainsurgencia para mantener el apoyo popular, más allá de su ofensiva militar.

Con la ofensiva en el valle de Swat en sus etapas finales, el Ejército dijo el miércoles que comenzó una operación en Bannu, a 150 kilómetros al sudoeste de Peshawar, después de que 800 militantes entraran al distrito.

"Barcos de guerra, artillería y tropas en tierra están siendo utilizados en esta operación", dijo un funcionario militar que habló bajo condición de anonimato, pero no pudo entregar detalles sobre las víctimas militantes.

Bannu se ubica cerca de la región tribal de Waziristán, otro bastión de talibanes y miembros de Al Qaeda. Combatientes islamistas están intentando generar mayor caos en otros sectores del noroeste, de acuerdo a un comunicado militar.

AUMENTAN PREOCUPACIONES

El ataque al Pearl Continental, hotel de Peshawar frecuentado por importantes extranjeros que visitan la capital de la provincia de la Frontera del Noroeste, inevitablemente reforzará las preocupaciones de seguridad en Pakistán.

La decisión de Pakistán de optar por acciones militares en el valle de Swat fue alentada por un cambio en la opinión pública. Sin embargo el respaldo podría disminuir si el Gobierno no se encarga del bienestar de las cerca de 2,5 millones de personas desplazadas por el conflicto.

Holbrooke dijo que en viajes anteriores se había alojado en el hotel Pearl y confirmó que Estados Unidos había considerado comprarlo o arrendarlo para su consulado.

Menos de un tercio de las 150 habitaciones del hotel se encontraban ocupadas al momento del ataque, pero la explosión hizo estallar las ventanas y provocó el colapso de varias paredes y una sección de los pisos.

Agencias de la ONU emitieron comunicados diciendo que cinco de sus trabajadores, entre ellos un serbio, una filipina y tres pakistaníes, murieron en el ataque contra el Pearl Continental.

Los militantes ingresaron al hotel e hicieron estallar un coche bomba en frente de la recepción, evocando el trágico recuerdo del ataque contra el hotel Marriott en Islamabad en septiembre pasado, en el que murieron 55 personas.

Las imágenes del circuito cerrado de televisión mostraron a un ciclista hablando con un guardia de seguridad, que luego regresó a su cabina. Cuando el ciclista empezó a pedalear, una barrera de metal retractable se bajó. En ese momento ingresó un auto seguido de un pequeño camión.

Bashir Bilour, ministro provincial, expresó su sospecha de que algún empleado haya ayudado a los atacantes a burlar la seguridad del hotel.

"Un vehículo no puede entrar sin la ayuda de algún empleado del hotel", dijo. "Creo que definitivamente hubo cómplices".